El director general del Centro Nacional de Programas Preventivos, Ruy López, añadió que el empleo de estos insumos en la industria alimentaria provoca mayor incidencia de sobrepeso, obesidad y diabetes.
Ayer entró en vigor la prohibición en México de ácidos grasos trans de origen industrial para la elaboración de aceites, grasas comestibles y alimentos en su presentación para venta al público, después de seis meses que fue aprobada la reforma a la Ley General de Salud.
La importancia de esta disposición radica en que los ácidos grasos trans son causantes de entre 20 y 50 mil muertes al año en México, señaló el director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades de la Secretaría de Salud (Cenaprece) Ruy López Ridaura.
Los ácidos grasos trans de origen industrial son aceites líquidos vegetales a los que se le aplica un proceso de hidrogenación con objeto de convertirlos en sólidos, y que financieramente resultaban muy útiles para la elaboración de ciertos productos alimenticios procesados y ultraprocesados, ya que al modificar su sabor y al aumentar el tiempo en que tardaban en descomponerse, los volvían más atractivos y fácilmente más comercializables para la industria.
También son llamados aceites parcialmente hidrogenados y son componentes especialmente nocivos para la salud, ya que su consumo aumenta el riesgo de desarrollar ateroesclerosis y, consecuentemente, el riesgo de que se presenten enfermedades cardiovasculares o accidentes cerebrovasculares (ACV), dos de las principales causas de muerte o discapacidad motora en personas adultas en México.
El director general del Cenaprece añadió que el empleo de estos insumos en la industria alimentaria provoca mayor incidencia de sobrepeso, obesidad y diabetes. Por lo tanto, dijo que la prohibición de los ácidos grasos trans es un paso importante en la protección de la salud de las y los mexicanos.