Los de Struber sorprenden a Lisboa.
Los toros se comieron a las águilas. No es un documental de National Geographic, es lo que ha ocurrido en el Estadio da Luz en la noche de hoy. Un golpe sobre la mesa de un equipo con el 11' más joven de la historia de la competición: 21 años y 183 días.
El grupo D es probablemente el más igualado de todos en esta edición de la Champions League. Benfica, Inter, Real Sociedad y Salzburgo peleando por dos posiciones. Pero si había un equipo a priori menos favorito para pasar a octavos ese era el autriaco.
Un inicio de locura
El partido fue de todo menos aburrido, de hecho en los primeros 20 minutos pasó de todo. 2 penaltis, una expulsión, un palo y un gol, una auténtica locura. El Salzburgo salió especialmente enchufado y el 0-1 fue más que merecido, pero a partir del gol de Simic el Benfica renació cual ave fénix
Ángel di María se echó el equipo a la espalda y dio puro espectáculo.El rosarino estuvo a punto de hacer el gol de la temporada. Solo Schlager, el cancerbero visitante, evitó el gol olímpico para el empate a 1. Pero a pesar de las embestidas del Benfica , no llegó elpremio en los primeros 45 minutos.
Con Di María no basta
Los de Roger Schmidt tenían una oportunidad de oro en el segundo tiempo para revertir la situación, pero jugar con unos menos acabó haciendo mella. El 0-2 en el 51' por parte de Gloch sería un golpe casi definitivo. Un Benfica volcado intentando el milagro ante un Salzburgo ordenado, mortífero al contragolpe y con un héroe en sus filas. Alex Schlager paró absolutamente todo lo que tuvo, sin duda el hombre de su equipo.
Si el grupo D ya era de difícil pronóstico, con esta victoria de los de Struber en Lisboa se antoja aún más complicado. Triunfo en un estadio de los duros de un equipo magníficamente trabajado y con las ideas muy claras. No es el grupo de la muerte, pero va camino de ello.