La migraña, una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, puede ser debilitante y afectar gravemente la calidad de vida de quienes la padecen.
Según el especialista en neurocirugía del Hospital Juárez de México (HJM), Miguel Jesús Bernal Rodríguez, la clave para reducir los ataques de migraña radica en la adopción de medidas higiénico-dietéticas.
En un reciente comunicado de la Secretaría de Salud, se subraya la importancia de estas medidas como el primer paso para controlar esta afección.
El estrés y la ansiedad, junto con el consumo de ciertos alimentos como quesos, embutidos, enlatados, cítricos, vino tinto, cafeína y chocolates, son factores desencadenantes comunes de los episodios de migraña.
Además, la falta de sueño y el consumo de alcohol y tabaco también pueden contribuir a su aparición. En el caso de las mujeres, el periodo menstrual se identifica como uno de los principales factores desencadenantes.
La migraña, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las 20 enfermedades más debilitantes, afecta de manera desproporcionada a las mujeres debido a cambios hormonales.
La enfermedad se caracteriza por una alteración en el flujo sanguíneo cerebral que activa neurotransmisores, desencadenando un dolor de cabeza intenso que puede durar de cuatro a 72 horas y acompañarse de síntomas como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al ruido.
El especialista en neurocirugía señaló que existen dos tipos de migraña: con aura y sin aura. La primera se caracteriza por síntomas de advertencia aproximadamente una hora antes del dolor de cabeza, como la percepción de luces intermitentes o cambios en el campo visual. También puede ir acompañada de alteraciones en la movilidad corporal o sensación de hormigueo.
Bernal Rodríguez destacó que aunque la migraña es más común en personas de entre 35 y 39 años, puede aparecer desde los tres años y disminuir después de los cincuenta.
Por lo tanto, es importante que las personas de todas las edades estén alerta a los síntomas y busquen atención médica adecuada en la clínica o centro de salud correspondiente, ya que el dolor de cabeza podría ser el inicio de una migraña u otro problema de salud complejo. Además, es fundamental recordar que la atención médica en las instituciones públicas de salud es gratuita.
La prevención y el control de la migraña comienzan con la adopción de medidas higiénico-dietéticas, como una buena higiene del sueño, la incorporación de ejercicio regular y la modificación de la dieta. Estas medidas pueden marcar la diferencia en la frecuencia y la gravedad de los ataques de migraña, permitiendo a quienes la padecen llevar una vida más plena y saludable.