AGENCIAS / EL TIEMPO
CD. DE MÉXICO.- En cuatro días nadie se percató que Joan, de seis años de edad, se encontraba muerto debajo de la cama de sus abuelos, en un precario departamento de la colonia Doctores, delegación Cuauhtémoc.
Johana, madre del infante, abandonó la casa de sus padres el lunes 20 de febrero y sin mencionar los motivos de su partida, dejó una carta en la que sólo expresa su salida en compañía de su hijo.
"Mamá me llevé a Joan; vamos a estar bien no te preocupes. En la tarde voy a ir para explicarte y para llevarme nuestras cosas, de verdad no te preocupes. Te veo mañana en la tarde noche. Ok.
"Atentamente: Johana”.
Las actividades de los abuelos transcurrieron como cualquier otro día y en el departamento ubicado en las calles Doctor Arce y Doctor Andrade, nadie imaginaba que días después estaría aislado y lleno de detectives y peritos de la Procuraduría capitalina.
De Johana nadie supo nada, y nadie se ocupó en conocer su paradero; este viernes, los abuelos recibieron la visita de un tío del pequeño Joan.
Al ingresar a la vivienda, se percató que de la habitación de los abuelos emanaba un olor fétido; enseguida buscó el origen de ese nauseabundo aroma y encontró la peor imagen.
Halló el cuerpo sin vida de Joan, quien a cuatro días de que su madre desapareció, entró en descomposición y en consecuencia dio paso a la apertura de una investigación por parte de la Procuraduría capitalina.
Una llamada al servicio de emergencia 911, generó la movilización de policías de seguridad pública, quienes luego de constatar el cuerpo del menor, informaron al agente del Ministerio Público de la Coordinación Territorial Cuauhtémoc 8.
Peritos en diferentes especialidades fijaron el lugar del hallazgo y corroboraron que el niño de seis años de edad, se encontraba envuelto en una cobija con manchas hemáticas debajo de una cama.
Mientras, agentes de investigación entrevistaron a tío y los abuelos quienes entregaron la carta de su hija, la cual será analizada por peritos en grafoscopía para establecer si esta fue escrita por la madre del pequeño.
El representante social inició la carpeta de investigación por el delito de homicidio por otras causas y una vez identificado el cadáver fue enviado al Instituto de Ciencias Forenses de la ciudad de México, donde le practicarán la respectiva necropsia, a fin de conocer las causas de su muerte.
Investigadores comentaron que el caso guarda cierta similitud con el de la niña Paulette Gebara Farah, de cuatro años, cuyo cuerpo fue descubierto en su habitación, entre el colchón y una estructura de madera a los pies de su cama, ocho días después de su desaparición, en marzo de 2010.
Nadie se percató de su muerte; sus padres fueron arraigados por la Procuraduría mexiquense y en la quinta visita a su domicilio que realizaron peritos y agentes ministeriales, el cadáver finalmente fue hallado. Hasta hoy, persiste la tesis de la dependencia que su muerte "fue resultado de un accidente”.