Con la edad y la inactividad física aparecen muchas enfermedades crónicas pero también estos factores influyen en la pérdida de músculo.
La pérdida de músculo puede deberse a diversos factores biológicos y del estilo de vida. Entre estos últimos, tenemos el desuso de los miembros de las extremidades inferiores del cuerpo como las piernas o superiores como los brazos, debido principalmente a la inactividad física y los comportamientos sedentarios, indica el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD).
Esta pérdida del músculo y de la fuerza muscular puede favorecer el desarrollo de la enfermedad conocida como sarcopenia, la cual puede ser perjudicial para la salud, especialmente en adultos mayores, por lo que el académico del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Heliodoro Alemán Mateo, nos comparte algunas señales de que esto pudiera estar sucediéndonos.
Señales de que estpas perdiendo músculo
Si el adulto mayor siente que ha perdido la fuerza, si necesita apoyo para caminar, si no se puede levantar por si solo de la silla, si tiene dificultad para subir escaleras o si se ha caído o se cae continuamente, es probable que tenga sarcopenia.
En estos momentos que estamos viviendo es importante mantener el peso corporal, tratar de no subir de peso, ya que, generalmente, aunado al aumento de peso hay un aumento de la grasa corporal. El exceso de tejido adiposo o el sobrepeso y la obesidad, contribuyen por diversos mecanismos a la pérdida de la masa muscular y esto, a su vez, puede hacer más difícil el desempeño físico del adulto mayor; es decir, un adulto mayor con sobrepeso, obesidad y baja masa muscular puede tener más problemas para levantarse por sí solo de la silla, mantener el equilibrio y caminar.
Como se mencionó anteriormente, un adulto con sarcopenia tiene más riesgos de caídas, que consecuentemente pueden llevar a fracturas óseas. Esto es más riesgoso en adultos mayores que en jóvenes y en niños. Cuando existe osteopenia y osteoporosis en presencia de sarcopenia, el riesgo de fractura ósea aumenta y también la recuperación de las lesiones se hace más lenta.
Algunas recomendaciones ante la pérdida de músculo
El investigador del CIAD explicó que, pese a que en este momento los gimnasios están cerrados y las personas están intentando reducir su movilidad a lo mínimo indispensable, esto no es pretexto para no hacer ejercicio en casa y procurar una alimentación saludable.
Agregó que una dieta que incluya de uno a cuatro alimentos de cada uno de los tres grupos de alimentos del Plato de Bien Comer, incluyendo mínimo cuatro a cinco porciones de alimentos de origen animal, ricos en proteínas en cada uno de los tres tiempos de comida, más la actividad física diaria, incluyendo el ejercicio físico, pueden prevenir o mitigar la sarcopenia.
Aunque subrayó que la pérdida de masa muscular está naturalmente asociada con el envejecimiento, el investigador del CIAD aclaró que debemos de esforzarnos por evitar que la inactividad física o comportamientos sedentarios disminuyan nuestro músculo y la calidad de vida.
Por último, señaló que la población joven, adultos y las personas mayores de sesenta años deben de monitorear su composición corporal con un nutriólogo o un profesional de la salud, así como promover en la familia hábitos saludables de alimentación y ejercicio físico.