La sepsis, una afección potencialmente mortal que resulta de la respuesta desproporcionada del cuerpo ante una infección, ha emergido como un problema global de salud que cobra una vida cada 2.8 segundos en todo el mundo.
En el marco del Día Mundial de la Sepsis, que se conmemora el 13 de septiembre, es crucial crear conciencia sobre esta amenaza silenciosa y difundir información vital sobre su prevención y tratamiento.
Según datos alarmantes, la sepsis representa una de las principales causas de consulta médica en los servicios de urgencias en todo el mundo, con una prevalencia del 12.9% en México.
Además, es la principal razón de ingreso a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y es responsable de más del 30% de todas las muertes en estos entornos. Esto equivale a 1 de cada 3 personas que no sobrevive a la sepsis.
En todo el planeta, la sepsis afecta a aproximadamente 49 millones de personas, lo que se traduce en cerca de 11 millones de muertes potencialmente evitables anualmente, es decir, 1 de cada 5 muertes. Esta estadística aterradora demuestra la urgente necesidad de abordar este problema de salud pública.
El Dr. Luis Gorordo Delsol, Director General de Sepsis México S.C. y vocero externo de Pfizer México, enfatiza la importancia del diagnóstico temprano y el manejo clínico adecuado para combatir la sepsis de manera efectiva.
Subraya que la sepsis puede desencadenar un choque séptico y, en última instancia, un fallo multiorgánico que conduce a la muerte si no se trata adecuadamente. Por lo tanto, ante cualquier señal de alarma, como fiebre alta, dificultad respiratoria o confusión, es esencial buscar atención médica de inmediato.
Además de los desafíos en el diagnóstico y tratamiento, la sepsis enfrenta otro obstáculo importante: la resistencia a los antimicrobianos (RAM). Esta resistencia se refiere a la capacidad de los microorganismos de volverse insensibles a los antibióticos que antes solían eliminarlos. La RAM complica aún más el tratamiento de las infecciones, aumentando el riesgo de complicaciones y muerte.
Entre los grupos de mayor riesgo de desarrollar sepsis se encuentran los adultos mayores de 65 años, las mujeres embarazadas, los recién nacidos y los niños menores de cinco años, así como las personas con enfermedades crónicas como el VIH/SIDA o el cáncer, y aquellos que están hospitalizados.
En el Día Mundial de la Sepsis, es fundamental recordar que la prevención es clave. Mantener un control adecuado de las enfermedades crónicas, practicar una buena higiene, como el lavado de manos frecuente, buscar atención médica cuando una infección no mejora y completar el esquema de vacunación son pasos cruciales para reducir el riesgo de sepsis y salvar vidas.