En el pasado, la infertilidad se consideraba principalmente un problema femenino, con las mujeres cargando la "responsabilidad" de la reproducción. Sin embargo, los tiempos han cambiado, y la medicina ha arrojado luz sobre un hecho sorprendente: al menos dos de cada diez hombres enfrentan dificultades para concebir.
La doctora Lourdes Flores, ginecóloga y especialista en reproducción humana, destaca la importancia de reconocer esta realidad y de que tanto hombres como mujeres se sometan a evaluaciones cuando buscan formar una familia.
La infertilidad se define como la incapacidad de lograr un embarazo después de 12 meses o más de relaciones sexuales sin protección. Estudios científicos recientes han concluido que tanto mujeres como hombres comparten porcentajes similares de responsabilidad biológica en la infertilidad.
La edad también juega un papel crucial en la calidad del esperma masculino, ya que a medida que los hombres envejecen, el proceso de "control de calidad" de los espermatozoides se vuelve menos eficiente.
Sin embargo, los avances médicos y las técnicas de reproducción asistida permiten identificar las causas de la infertilidad masculina, que pueden variar desde problemas genéticos hasta daño en el ADN espermático.
Una de las estrategias más prometedoras es la separación magnética (MACS), que aísla los espermatozoides más competentes y reduce el número de espermatozoides apoptóticos o defectuosos, aumentando así las posibilidades de embarazo.
Para considerar a un hombre fértil, se requiere un conteo espermático mínimo de 16 millones por mililitro, una tasa de movilidad superior al 32%, un porcentaje de formas normales superior al 4%, y una integridad adecuada del material genético.
Estos factores son evaluados por ginecólogos especialistas en biología de la reproducción o urólogos/andrólogos.
Cuando una pareja enfrenta dificultades para concebir, el primer paso es realizar una historia clínica detallada, que incluye exámenes físicos y espermatobioscopia para los hombres. Las causas más comunes de infertilidad masculina están relacionadas con la producción y calidad de los espermatozoides, pero también pueden ser resultado de desequilibrios hormonales, obstrucciones, enfermedades de transmisión sexual, estilo de vida o la edad.
Además, la preservación de la fertilidad masculina es posible mediante la congelación de espermatozoides, una opción recomendada para aquellos que desean retrasar la paternidad o que se someterán a tratamientos médicos como quimioterapia o radioterapia. Incluso aquellos que planean una cirugía de testículos o próstata pueden beneficiarse de esta técnica.
Es importante destacar que los tratamientos para la infertilidad son accesibles y pueden adaptarse de manera personalizada a cada caso.
La ciencia y la investigación continúan avanzando, brindando a las parejas esperanzas renovadas de alcanzar su deseo de ser padres. La infertilidad masculina ya no es un estigma oculto, sino un desafío que se puede abordar con éxito en la búsqueda de la paternidad.