"Con el corazón por delante es la labor de bomberos".
Es capitán de Bomberos y encargado de la Academia de Bomberos y Formación de Bomberos Voluntarios, con una amplia trayectoria de 22 años, formando parte del heroico cuerpo de rescate, Ernesto Daniel Cruz expresa que su vocación está en esta labor que desde la preparatoria, cuando hacía su servicio social en una estación de bomberos, le encantó el servicio y junto con su esposa, quien también es bombera, comparten este gusto por ayudar.
Al referirse a su profesión, se evidencia la fascinación que tiene a la labor, la cual, dijo tuvo que alejarse por un tiempo debido a una enfermedad, aunque nunca se separó por completo, porque estaba dedicado a la formación y entrenamiento de los aspirantes y los niños, pero ya está a punto de volver a enrolarse al equipo de bomberos en activo, mientras tanto, trabaja en un comercio de pinturas.
La labor de los rescatistas bomberos es de riesgo, ¿Por qué se hizo bombero?
"A mí me empezó porque hice mi servicio social en una estación y totalmente quedé fascinado con la profesión de bombero, nos dieron un curso de principiantes y quedé como bombero voluntario como dos años, luego pasé a ser de las filas de bomberos de planta".
A los niños les llama mucho la atención el ver a los bomberos, dice que tiene una academia, ¿desde qué edades acuden?
"Es una academia por año, dura aproximadamente ocho meses, trabajamos con niños desde siete años a 13, 14 años, que es la Academia Juvenil de Bomberos, y tenemos la formación de bomberos voluntarios, que son arriba de 16 años, que cuando terminan el curso forman parte como bomberos voluntarios".
Y, ¿van muchos niños?
"A veces tenemos que hacer hasta tres grupos, hemos llegado a tener hasta 50 niños en dos grupos y les damos todos los domingos, trabajamos cuatro horas con ellos sobre la actividad de bomberos, lo que hacen cuando reciben un llamado de auxilio a una emergencia, que deben portar el uniforme y equipo, todo es entre juegos también, porque algunos son muy chiquitos, pero desde ahí como que comienzan a tomar el gusto por este oficio y aprenden muchas cosas, que luego siguen en la formación".
En su labor de tanto tiempo, ¿Qué cualidades deben tener las personas que quieran dedicarse a esto?
"Primero que les guste ayudar a la gente, tener disciplina, se les da un reglamento y de ahí parte una actividad para saber que tenga la vocación y el año pasado logramos integrar 10 personas y el antepasado 20 a los municipios de Monclova y Frontera. Se les da un certificado que acredita sus estudios".
Y este oficio, ¿es difícil de aprender o qué les enseñan?
"Les enseñamos nudos y amarres, rescates de incendios, de fugas de gas, todo lo relacionado al cuerpo de bomberos, todos los temas, seguridad, primeros auxilios, conocimiento de los materiales, lo que deben saber para dar atención a una persona en estado de crisis, pues hay situaciones difíciles en las emergencias que debemos tomar en cuenta".
Al ser bombero le ha tocado acontecimientos diversos ¿Cuánta experiencia tiene?
"Tengo más de 22 años que duré trabajando en el cuerpo de bomberos, que ya casi 28 años de que inicié mi carrera y nunca me he despegado mucho del cuerpo de bomberos porque sinceramente es mi pasión, entonces, yo trato de ayudar, de colaborar de alguna u otra forma y mi intención es regresar, ya teniendo más fuerza".
¿Qué recomendaría a las nuevas generaciones o a quienes deseen estar en esta labor?
"Es un campo muy peligroso, pero a la vez muy satisfactorio para quienes nos dedicamos a esto, aquí uno tiene que poner su corazón para ayudar a la gente y yo lo que les recomiendo y lo que siempre les he dicho a los académicos es que estudien, que se preparen, hay carreras que están relacionadas con los bomberos, entonces, entre más preparación tengan, van a tener mejor utilidad, mejor ganancia, o van a poder encontrar un mejor trabajo".
Pasó por muchas generaciones de bomberos, ¿se siguen frecuentando?
"Los ex bomberos y los activos tenemos una agrupación llamada Red 175 en Acción, donde hacemos actividades y estamos en contacto, visitamos a algunos compañeros que son grandes de edad o requieren de nuestra ayuda o tiempo. Nos ponemos de acuerdo varios y nos vamos a visitarlos, es algo bonito porque a ellos les da mucho gusto que los tomemos en cuenta y platiquemos recordando lo que hacían, y nosotros aprendemos de sus experiencias".