Se pretende enviar un mensaje claro sobre la postura del Estado mexicano con relación a la violencia contra las mujeres.
Poco a poco la violencia doméstica está siendo considerada como una de las amenazas más serias a la salud de la mujer. Sin embargo, todavía hay que dividir la totalidad de mujeres afectadas por la violencia en grupos más pequeños para entender la multiplicidad de las causas que la ocasionan.
Las mujeres embarazadas víctimas de la violencia constituyen un grupo importante dentro de este tema sobre todo en la Región Norte. La razón más comúnmente relacionada con el alto riesgo de la violencia doméstica durante el embarazo es el aumento de estrés que siente el padre o compañero con respecto al parto inminente. Este estrés se manifiesta en el hombre como una frustración que dirige contra la madre y su niño no nacido. Las razones que originan este estrés aún no están claras, por lo que es necesario realizar una investigación más amplia para profundizar nuestro conocimiento con el objetivo de procurar métodos más eficaces para identificar a las mujeres que corren el mayor riesgo de violencia doméstica durante el embarazo.
Agresión. Las adolescentes embarazadas, particularmente entre los 13 y 17 años de edad, corren un alto riesgo de ser víctimas de la violencia por parte de sus parejas.
Si el embarazo era imprevisto o no deseado la violencia doméstica contra la mujer llega ser cuatro veces más probable. Lo que este dato no pone de manifiesto es que el embarazo mismo puede ser un resultado de la violencia doméstica, ya sea por abuso sexual, violación marital o negación al uso de métodos contraceptivos. La violencia doméstica durante el embarazo es una agresión que pone en peligro no sólo una sino dos vidas. “Si bien en la mayor parte de la violencia doméstica los golpes van dirigidos a la cabeza de la víctima, durante el embarazo estos van dirigidos a los senos, el abdomen o los genitales”. La violencia durante el embarazo se define como “Violencia o amenazas de violencia física, sexual o psicológica/emocional ocasionadas a la mujer embarazada”.
Delito. Se cita a la violencia como una complicación del embarazo con mayor frecuencia que a la hipertensión, la diabetes o cualquier otra complicación seria. pleno del Senado aprobó por unanimidad, con 87 votos a favor, un dictamen que tiene por objeto aumentar, hasta en una mitad más, las penas ya establecidas para los delitos de lenocinio, intimidación, abuso sexual, violación, amenazas y lesiones, cuando la víctima esté embarazada al momento de la comisión del ilícito. Al presentar el dictamen, la presidenta de la Comisión de Justicia, Olga Sánchez Cordero, explicó que estas reformas obedecen a que “lamentablemente” se ha demostrado que las mujeres durante su embarazo sufren de violencia física, sexual, amenazas de tipo sexual o psicológico/emocional. Mencionó que estas agresiones pueden generar riesgos tanto para la vida de la madre como para la del no nacido, ya que provocan estrés, ansiedad y depresión que afectan directamente el embarazo y son factores que pueden limitar el desarrollo de las conexiones cerebrales del bebé.
Seguridad. Con las reformas, los y las legisladoras pretenden establecer mejores condiciones de seguridad para las mujeres embarazadas y también enviar un mensaje claro sobre la postura del Estado mexicano con relación a la violencia contra las mujeres y, sobre todo, su obligación de tutelar de manera eficiente y eficaz la protección más amplia a la mujer, la vida, la libertad y la seguridad de todas las personas.
La protección de la vida debe partir desde la concepción misma hasta el nacimiento, por tanto todas las autoridades tenemos la obligación de cuidar, proteger, asegurar, salvaguardar la integridad y el desarrollo de las mujeres en estado de gravidez, quienes deben ser ajenas a cualquier tipo de violencia por parte de sus parejas, familiares, compañeros de trabajo o de cualquier persona, aseguró la senadora de Morena. En el dictamen se detalla que conforme los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a julio de 2021, 4.37 por ciento de las llamadas de emergencia reales al 911, fue por violencia familiar, el 1.78 por ciento fue por violencia contra la mujer y el 1.59 por ciento fue por violencia de pareja. En ese mismo periodo de tiempo, se agrega el documento, hubo más de 63 mil mujeres víctimas de lesiones dolosas, culposas, delitos contra su libertad, extorsión, feminicidio, trata de personas, entre otros delitos, a tal grado que más de 150 mil mexicanas fueron víctimas de violencia familiar.