Actualmente se cuenta con demora en la detección de la hipertensión pulmonar a pesar de que sea una enfermedad que afecta seriamente la calidad de vida de quien la padece, por ello el llamado mediante las organizaciones de pacientes que se encuentran en diferentes países, es a que se cuente con un tratamiento oportuno
Alicia García, Miembro directivo de la Asociación de Hipertensión Pulmonar de Perú, lamentó la situación que vivió al ser detectada por un especialista con la enfermedad, esto pues las citas eran espaciadas y no se le otorgaba un tratamiento.
La paciente destacó que entre los problemas a los que se ha tenido que enfrentar, destaca que, al realizarse intervenciones médicas, su condición empeoró hasta el punto de tener que dormir sentada por la falta de aire, esto además en carencia de terapia y medicina, la cual tubo que conseguir por medio de donaciones de las personas que forman parte de las asociaciones
“Eso no ha sido fácil, al ser una medicina restringida es casi como contrabandear, es injusto que el gobierno te ponga tantas barreras y que no se otorgue de manera gratuita”, lamentó.
De esta forma, subrayó la injusticia que representa que en estos momentos las personas mueran en todo el mundo por diagnósticos tardíos o por falta de tratamiento, esto pues se ha mantenido el padecimiento en la invisibilidad de los gobiernos en todo el mundo quienes no facilitan la medicación de manera gratuita en los sistemas de salud.
Según estudios es un año y medio lo que se demora en promedio una persona en contar con un diagnóstico, y solo en 70 por ciento de las personas que lo padecen que reciben diagnostico antes de perder la vida, en el caso México esta estadística es mayor pues se habla de dos años para ser diagnosticado, sin olvidar que son solamente 5 países que cuentan con números al respecto, por lo que se requieren estrategias para que los gobiernos presten servicios de salud a los pacientes para reducir el tiempo de diagnóstico.
La hipertensión pulmonar es un tipo de presión arterial alta que afecta a las arterias de los pulmones y al lado derecho del corazón, provocando que las pequeñas arterias de los pulmones y los capilares se estrechan, bloquean o destruyen.
Esto dificulta el flujo de la sangre a los pulmones y eleva la presión arterial en las arterias pulmonares, por lo que a medida que aumenta la presión, la cavidad inferior derecha del corazón debe trabajar más para bombear sangre a los pulmones, lo que finalmente causa que el músculo cardíaco se debilite y falle.
Entre los síntomas de la hipertensión pulmonar se encuentran, la dificultad para respirar, en un inicio mientras haces ejercicio y con el tiempo durante el descanso, fatiga, mareos o episodios de desmayos, presión o dolor en el pecho, hinchazón en los tobillos, las piernas y, con el tiempo, en el abdomen, color azulado en los labios y la piel además de pulso acelerado o las palpitaciones del coraz