No dormir lo suficiente y con calidad provoca en los seres humanos: subir de peso, debilita el sistema inmunológico, aumenta el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares e hipertensión; son más vulnerables a la depresión y a la ansiedad, la función cognitiva se ve afectada y se acelera su proceso de envejecimiento. Pero también puede provocar la aparición de enfermedades más graves.
Dormir es un proceso fisiológico que las personas realizan durante un tercio de sus vidas; lo requieren para pensar claramente, reaccionar rápido y asentar la memoria, informó en entrevista para Debate Ulises Jiménez Correa, psicólogo e investigador de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM.
El 19 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño, pues el dormir, además de ser un placer, es uno de los tres pilares de la buena salud, junto con una dieta equilibrada y la actividad física regular.
Las personas que duermen sin interrupciones presentan tasas más bajas de hipertensión, diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas, lo cual es vital en el contexto que atravesamos por la pandemia de Covid-19.