El cáncer es la enfermedad que tiene el segundo lugar en número de fallecimientos en el mundo y es también una de las principales causas de muerte en la región de las Américas.
Se estima que tan sólo en el 2020 se registraron en México 195 mil 499 nuevos casos de cáncer, siendo el cáncer de mama, próstata y colorrectal los más frecuentes entre la población mexicana.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México, hasta el año 2019, el cáncer ocupó la tercera causa de muerte a nivel nacional.
El cáncer puede prevenirse si se emplean las medidas correspondientes y se construyen estrategias basadas en la evidencia para su prevención, tamizaje, detección temprana, tratamiento y acceso a los cuidados paliativos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) explica que entre el 30 y 40 por ciento de los casos de cáncer se pueden prevenir si se modifican los siguientes factores de riesgo mayormente modificables:
- Mantener un peso saludable durante toda la vida.
- Ser físicamente activo de forma regular.
- Seguir un patrón de alimentación saludable en cualquier edad.
- Evitar o limitar el consumo el alcohol.
- Consumo de tabaco
- Baja ingesta de frutas y verduras
- Uso nocivo de alcohol
- Falta de actividad física
Existen factores de riesgo específicos para el cáncer como: infecciones crónicas por el virus del papiloma humano (VPH), para el cáncer de cuello uterino, hepatitis B y C, para el cáncer de hígado, y H. pylori, para el cáncer de estómago.
Algunos tipos de cáncer, como el cervicouterino, el de mama y el cáncer colorrectal, pueden detectarse en etapas tempranas y tratarse eficazmente a través de programas organizados de tamizaje y detección temprana, ligados al acceso de un tratamiento oportuno.
De acuerdo a MSD, existen varios métodos que pueden usarse para el tratamiento del cáncer como cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida, inmunoterapia, trasplante de células madre o médula ósea y terapia hormonal.