Consideró que la guerra tradicional contra las drogas que impuso Estados Unidos a finales del siglo pasado es fallida.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que Latinoamérica lleva medio siglo haciendo caso a las directrices de guerra contra las drogas que llegaban de la Unión Europea, la ONU y Estados Unidos sin cuestionarlas y en un "silencio" que "ha sido cómplice en un genocidio" en el continente.
"Nos da miedo decir que ustedes, que tienen la mayor parte de consumidores de esas drogas, están equivocados", dijo Petro en el cierre de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas que se celebra en Cali, y en la que participa su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Petro, quien insistió en la idea de que la guerra tradicional contra las drogas que impuso a finales del siglo pasado Estados Unidos es fallida, aseguró: "Nuestro silencio estos 50 años ha sido cómplice en un genocidio en nuestro países porque eso es lo que ha provocado la política oficial de guerra contra la drogas en nuestra América Latina, un genocidio".
"Hoy previsiblemente la dinámica de la política llamada guerra contra las drogas, hecha en EU hace 50 años, trasladada a la UE y por ahí a las Naciones Unidas, ha hecho víctimas a todas las sociedades latinoamericanas de sus consecuencias", apuntó Petro, quien subrayó que en el continente han muerto un millón de personas por esta guerra fallida.
Ante esto, hizo un llamamiento a tomar unas posiciones "sin miedo y sin temor" entre los países latinoamericanos porque el propósito es que "América Latina hable por sí misma y no repita los discursos del poder mundial".
Petro aludió a los principios de economía para reducir la demanda de sustancias para que caiga el precio: "Para reducir el narcotráfico, hay que reducir la demanda".