Ney, que volvió a Brasil tras fichar por Al Hilal, falló un penal a los 17 minutos de juego.
Brasil no tuvo piedad ante Bolivia en el inicio de las Eliminatorias de Sudamérica rumbo al Mundial de 2026. Ganó 5-1 en el estadio Mangueirao de Belém con una brillante actuación de Neymar, el hombre de la noche que se convirtió en el máximo goleador en la historia de su Selección.
Neymar vivió una noche única en Belém. Se presentó con Brasil con un objetivo por cumplir ante Bolivia. El récord de Pelé, quien falleció en diciembre de 2022, estaba cerca. No pudo romperlo en el Mundial de Qatar, donde sí logró igualarlo con su tanto ante Croacia.
Contra Bolivia y con el apoyo de su gente, que colmó el estadio, el '10' quería poner su nombre en lo más alto del podio de anotadores de la Selección. Lo buscó, lo intentó toda la noche y al final de la jornada obtuvo la anhelada recompensa, aunque primero tuvo que atravesar un momento adverso dentro del juego.
Ney, que volvió a Brasil tras fichar por Al Hilal, falló un penal a los 17 minutos de juego. Combinó con Rodrygo, quien envió el centro atrás. La pelota pegó en la mano del '5' de Bolivia y el juez decidió pitar el penal, que fue tomado por el astro brasileño. Apostó a su rutina habitual. Se detuvo en medio del disparo, repiqueteó, aguantó hasta el final y pateó con suavidad hacia la derecha del portero Viscarra, quien se lanzó hacia el mismo lado y contuvo el disparo.
Esto no impidió que el '10' se desmotivara ni se quitara de su mente la idea de irse del estadio con el récord en su bolsillo, algo que ocurrió en el complemento.
Ya con el resultado a su favor gracias al doblete de Rodrygo y otro tanto de Raphinha, Neymar infló las redes del arco boliviano por duplicado e hizo delirar a las gradas del Mangueirao.
El histórico gol que lo posicionó en primer lugar de la tabla histórica de goleadores de Brasil ocurrió a los 61 minutos de juego. Neymar fue autor del 4-0 con una jugada que demostró las falencias del rival y las virtudes del local, que fue una aplanadora.