El universo de Expediente Warren no solo ha cosechado éxito con su saga original, que se centra en el matrimonio de demonólogos Lorraine (Vera Farmiga) y Ed Warren (Patrick Wilson), sino que también ha dado lugar a spin-offs que exploran a algunos de sus demonios más icónicos. La primera en la línea fue la saga Annabelle, seguida por la película La Llorona. Entre estos, Warner Bros. lanzó otra película que fue muy bien recibida por los fans: La monja. Ahora, le toca el turno a su esperada secuela.
Este demonio, interpretado por Bonnie Aarons, es uno de los principales antagonistas de la franquicia creada por James Wan. Ha desempeñado un papel más o menos prominente en Expediente Warren, su secuela El caso Enfield, Annabelle: Creation y Annabelle Comes Home. La nueva aventura de la hermana Irene también muestra la evolución del personaje. "En la primera película, Irene estaba en un viaje de fe, comprometiéndose a ser monja y servir a Dios. En esta, ha estado viviendo de manera anónima como monja durante cinco años", explica Michael Chaves, quien regresa a la franquicia tras dirigir La Llorona.
Chaves agrega: "Lo que nadie sabe es que ella es la heroína de la primera película. La leyenda de la primera película ha estado circulando por otros conventos y finalmente llega a ella". En La monja, la hermana Irene era una joven novicia que se enfrentaba a demonios, mientras que el padre Burke (Demián Bichir) fungía como su mentor. En esta secuela, es Irene quien debe reclutar a un nuevo miembro para el equipo. "En la primera película, Irene era la joven recluta fichada por el padre Burke. En esta, ella es la veterana y la que tiene más experiencia en el equipo", destaca Chaves.
La compañera de misión de la protagonista es interpretada por Storm Reid, a quien Chaves elogia como "una actriz increíble que aporta una gran personalidad y una generosidad de espíritu". La monja II es la última incorporación a una larga franquicia de terror que se ha convertido en un éxito en el cine. Chaves cree que la clave del éxito de Expediente Warren radica en su capacidad para ofrecer una experiencia genuina de terror.
"Una de las cosas que adoro de las películas de Expediente Warren es que... Hay películas de terror que se centran demasiado en el gore, otras pueden ser... Las adoro todas, pero hay otras que se cuecen a fuego lento o son más cerebrales. La gente sabe, con el universo de Expediente Warren, que las películas están llenas de sustos, de tensión y siempre cumplen con eso. Ese es uno de los puntos centrales".
Sin embargo, para el cineasta, el éxito no se reduce únicamente a los sustos que estas películas provocan. Existe otro elemento clave. "Lo que hace que la gente siga viéndolas son los personajes, el terror y las relaciones entre los personajes y las que tiene el público con estos personajes. Eso es muy poderoso".