Gerardo Martino utilizó las “invitaciones” para acercar al proyecto a jugadores que tuvieran doble nacionalidad.
En la época de Gerardo 'Tata' Martino, al mando de la Selección Mexicana, se hizo costumbre invitar a entrenar a jugadores que tenían la posibilidad de representar a México, algo que ha tenido continuidad en la era de Jaime Lozano, con el caso de Julián Quiñones.
Gerardo Martino, como entrenador de la Selección Mexicana, utilizó las “invitaciones” para acercar al proyecto a jugadores que tuvieran doble nacionalidad. Bajo ese sistema, se consiguió asegurar a futbolistas como Marcelo Flores, Julián Araujo, David Ochoa y Efraín Álvarez.
La ruta era invitar a futbolistas que aún estuvieran indecisos sobre qué país representar. Así, se convenció a Marcelo Flores, que tenía la oportunidad de ir con Canadá, Julián Araujo, que hizo el cambio de asociación al ya haber jugado con Estados Unidos, David Ochoa y Efraín Álvarez, también seguidos por el equipo de las Barras y las Estrellas.