En el mundo laboral contemporáneo, una nueva sombra se alza en el horizonte: la sisifemia. Este trastorno de salud, recién acuñado por el Dr. José Manuel Vicente Pardo, director de la Cátedra de Medicina Evaluadora Pericial de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), se ha convertido en una preocupación creciente para quienes luchan incansablemente por la excelencia en su trabajo.
La sisifemia se manifiesta cuando las personas establecen estándares de autoexigencia, perfeccionismo y ambición obsesiva en su vida laboral. Este término deriva de Sísifo, el protagonista de un antiguo mito griego condenado a eternamente empujar una pesada piedra cuesta arriba, solo para verla rodar de regreso al valle, donde debía comenzar de nuevo su interminable tarea.
Este trastorno del siglo XXI se caracteriza por un agotamiento mental extremo, una especie de fatiga crónica del trabajador incansable.
La sisifemia puede surgir de la dismorfia de la productividad, un sentimiento angustiante en el que los individuos sienten que nunca hacen lo suficiente en su empleo, incapaces de reconocer sus propios logros y constantemente frustrados por lo que perciben como insuficiencia.
José Manuel Vicente Pardo aclara que uno de los signos distintivos de la sisifemia es el agotamiento resultante de trabajar sin tregua, obsesionados con la idea de siempre dar un paso más. Esta implacable búsqueda de perfección y productividad tiene un alto precio en la salud física y mental de quienes la padecen.
Las consecuencias de la sisifemia son diversas y perjudiciales. El estrés es su compañero constante, lo que puede llevar a problemas de salud como insomnio, dolores de cabeza, ansiedad, frecuentes enfermedades y mal humor.
Además, el síndrome puede desencadenar enfermedades cardíacas graves e incluso paros cardíacos, obligando a las personas a recurrir con frecuencia a medicamentos para dormir y para aliviar los síntomas mencionados, o incluso a un aumento en el consumo de tabaco.
Este trastorno afecta principalmente a individuos perfeccionistas, con un sentido de responsabilidad desmesurado y una adicción al trabajo. También golpea a aquellos que son altamente competitivos y obsesionados con los detalles.
El Dr. Pardo ha identificado ciertos sectores laborales que están particularmente expuestos a la sisifemia, incluyendo campos intelectuales que requieren una concentración extrema, una gran responsabilidad y toma de decisiones constantes. Entre ellos se encuentran la medicina, el derecho, la informática, la administración, así como a gerentes, directores y freelancers.