Después de más de una hora, la agencia espacial dijo que el lanzamiento se había “realizado con éxito”. “El vehículo ha situado el satélite con precisión en la órbita prevista. El primer observatorio solar de India ha comenzado su viaje con destino al punto L1 Sol-Tierra”, explicó en un mensaje en la plataforma X, antes conocida como Twitter. Está previsto que el satélite tarde 125 días en llegar a L1.
“Felicitaciones a nuestros científicos e ingenieros”, dijo el primer ministro indio, Narendra Modi, en X, antes conocido como Twitter. “Nuestros incansables esfuerzos científicos continuarán para desarrollar una mejor comprensión del Universo”, agregó.
Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea (ESA) ya pusieron en órbita naves espaciales para estudiar el Sol, empezando por el programa Pioneer de la NASA en los años 1960. Japón y China han lanzado sus propias misiones de observación solar a la órbita terrestre. Pero si tiene éxito, la última misión de la ISRO será la primera de un país asiático en ponerse en órbita alrededor del Sol.
“Se trata de una misión ambiciosa para India”, declaró el viernes el astrofísico Somak Raychaudhury en la televisión NDTV.
Según este científico, la sonda estudiará las eyecciones de masa coronal, un fenómeno periódico que conlleva grandes descargas de plasma y energía magnética procedentes de la atmósfera solar. Son unas descargas muy potentes que pueden alcanzar a la Tierra y perturbar el funcionamiento de los satélites.
Aditya ayudará a prever estos fenómenos y a “alertar a todo el mundo para que los satélites puedan cortar su alimentación”, agregó el astrofísico. “También nos ayudará a entender cómo suceden estas cosas y, en el futuro, quizá no necesitemos un sistema de alerta”, añadió.
India dispone de un programa aeroespacial con un presupuesto relativamente bajo en comparación con otras potencias. Sin embargo, ha crecido notablemente desde que envió por primera vez una sonda a la órbita de la Luna en 2008.
Los expertos aseguran que consigue estos bajos costos reproduciendo y adaptando tecnología espacial existente y aprovechando la abundancia de ingenieros altamente capacitados que cobran mucho menos que sus homólogos extranjeros.
El alunizaje, la semana pasada, de Chandrayaan-3 (que significa “nave lunar” en sánscrito) convirtió a India en el cuarto país en lograr una operación de este tipo, tras Estados Unidos, Rusia y China, y el primero en llegar al polo sur lunar. Costó menos de 75 millones de dólares.
El robot explorador indio Pragyan (“sabiduría” en sánscrito) confirmó la presencia de azufre en el polo sur de la Luna.
En 2014, India se convirtió en la primera nación asiática en poner un satélite en órbita alrededor de Marte y el próximo año tiene previsto lanzar una misión tripulada de tres días en la órbita de la Tierra. También planea una misión conjunta con Japón para enviar otra sonda a la Luna en 2025 y una misión orbital a Venus en los próximos dos años.