María Paulina Gallardo, vocera de la organización Ser Familia, conminó a las familias a ejercer su derecho y autoridad para determinar la educación que sus hijos deben recibir
Tlaxcala.- Organizaciones de la sociedad civil y activistas de Tlaxcala convocaron a los padres de familia a recibir los libros de texto gratuito que editó el Gobierno federal y a retenerlos, en lugar de quemarlos, para evitar que sus hijos tengan acceso a los contenidos porque son erróneos y, en algunos casos, nocivos para la educación, sobre todo, de los niños que cursan los primeros grados de primaria.
“No estamos de acuerdo con que se hayan repartido los libros, pero no estamos incitando a la violencia, estamos convocando a que defiendan a sus hijos y que no dejen de revisar estos libros. Hacemos un llamado a los padres de familia a revisar a profundidad y a oponerse a que esto se imponga a sus hijos porque el Estado está para garantizar la educación de los niños, para proteger sus derechos, no está para imponer y no está para pervertir a nuestros niños, y nosotros no lo vamos a permitir”, apuntó María Paulina Gallardo, vocera de la organización Ser Familia.
Conminó a las familias a ejercer su derecho y autoridad para determinar la educación que sus hijos deben recibir y no dejárselo al Estado y al gobierno que pretende imponer una ideologización.
“Pero el Estado lo está queriendo imponer con estos libros y en temas que son totalmente responsabilidad de los padres. El Estado no tiene derecho a imponer, por ejemplo, temas de educación sexual, estamos en contra porque no hay una base para decir que esto va a reducir los embarazos en adolescentes”, expresó.
Indicó que en los países donde ya se ha implementado abiertamente una educación sexual integral, no se han erradicado los embarazos en adolescentes y mucho menos se va a resolver con dar información sexual a los niños de primer grado de primaria, como lo pretende hacer el Gobierno mexicano.
Por tanto, acompañada de los representantes de otras organizaciones sociales y activistas, insistió en que los padres de familia deben recibir los libros de texto, pero retenerlos por el bien de los niños y adolescentes.
Toni Flores, pastor de la iglesia evangélica, explicó en conferencia de prensa que los nuevos libros de texto contienen temáticas para los alumnos de quinto grado que deberían estar en los ejemplares que recibirán los estudiantes del primer grado.
Mientras que en los libros de los primeros grados escolares hay información sexual explícita que no es acorde a la edad de los niños que apenas ingresan a la primaria.
“No nos vemos quemando libros, no nos vemos en acciones a la mejor un tanto en contra de las buenas costumbres, pero tampoco nos vemos haciendo rituales satánicos. Vengo levantando la voz por aquellas familias evangélicas que nos han hecho a un lado porque nunca nos consultaron con respecto de esos libros que se hicieron, ni a nosotros ni a nadie del pueblo mexicano”, acotó.
A su vez, la activista Yeny Charrez acentuó que no todo en los libros está mal, pero sí hay temas que deben ser reconsiderados porque no son los adecuados para las diversas edades de los estudiantes y los grados escolares que cursan.
“Estamos haciendo un llamado a que los papás reciban los libros; nosotros no vamos a decir que no los reciban, que reciban los libros, pero que paralicen todos los libros que puedan y que analicen el contenido”, indicó.
Recomendó a los padres de familia a no guiarse ni creer en la información que circula en redes sociales sobre los libros de texto, sino revisar por sí mismos los contenidos y, con base en su criterio, determinar si son óptimos para sus hijos.
“Estamos preocupados, pero lejos de quemar los libros, no estamos en intención de convocar a que se quemen, estamos en la posición de solicitarle a los padres que los reciban, que los paralicen si es necesario y ejerzan su derecho a una carta de derechos a al amparo. Somos las familias las que determinamos la formación y educación de nuestros hijos, y la escuela es el segundo espacio más seguro”, señaló.
Advierten normalización de trata de personas
La activista Yeny Charrez, como los representantes de las organizaciones que se dicen defensoras de la familia, advirtieron que los libros de texto gratuitos normalizan la práctica de la trata de personas con fines de explotación sexual identificada en los municipios del sur de Tlaxcala.
Esto, porque algunos de los libros contienen información sobre actividades sexuales como un trabajo cuando no lo es porque implica la venta y exposición de cuerpos, sobre todo los de las mujeres.
De acuerdo con uno de los ejemplares de los libros, existen mujeres preocupadas por la disminución del trabajo sexual debido a al incremento de los trabajadores sexuales transgénero.
Charrez remarcó que, en sus redes sociales, que el denominado “trabajo sexual”, no es un trabajo, sino que es explotación sexual, prostitución, trata de personas y venta de cuerpos.
Expuso que el proyecto de la nueva escuela mexicana prevé programas comunitarios; por tanto, para el caso de Tenancingo, San Pablo de Monte y otros municipios de Tlaxcala donde existe la práctica de trata de personas y explotación sexual las autoridades deberán implementar acciones contra esa actividad ilícita para no incentivarla y normalizarla con los contenidos de los libros.