Las enfermedades neumocócicas son causadas por la bacteria Streptococcus pneumoniae, también conocida como neumococos. Esta bacteria puede causar una variedad de infecciones, algunas de las cuales pueden ser potencialmente mortales.
Estas infecciones suelen ocurrir con mayor frecuencia durante el invierno, por lo que se deben adoptar medidas para prevenirlas.
Entre los tipos de infecciones causadas por los neumococos se encuentran la otitis media, la sinusitis, la neumonía y la meningitis.
Aunque cualquier persona puede contraer una infección neumocócica, los adultos mayores de 65 años y los niños menores de 2 años tienen un mayor riesgo de desarrollar una infección grave.
La meningitis neumocócica y la bacteriemia neumocócica son dos infecciones potencialmente mortales causadas por los neumococos.
Se estima que 1 de cada 7 adultos que contraen estas infecciones pueden morir como resultado.
Los adultos mayores con neumonía neumocócica pueden presentar síntomas atípicos, como confusión o un menor estado de alerta, en lugar de los síntomas más comunes como fiebre, tos y dolor de pecho.
El diagnóstico y tratamiento temprano de las enfermedades neumocócicas es crucial para prevenir complicaciones graves. Es importante estar alerta a los síntomas y buscar atención médica de inmediato si se sospecha de una infección neumocócica.
Además, se ha encontrado que la influenza aumenta las probabilidades de contraer una infección neumocócica, por lo que es importante vacunarse contra la influenza para reducir el riesgo de infección.
La prevención primaria también ha contribuido a la disminución de la cantidad de infecciones neumocócicas.
La vacunación es una forma eficaz de prevenir las infecciones neumocócicas. Además, se recomienda el lavado frecuente de manos y evitar el contacto cercano con personas enfermas para reducir el riesgo de contraer una infección neumocócica.