Si bien los antibióticos orales siguieron siendo el tratamiento sistémico más recetado para las mujeres con acné, el uso de espironolactona continuó aumentando y se volvió casi tan común como los antibióticos orales, según mostraron los resultados de un análisis de las tendencias de prescripción de 2017 a 2020.[1]
En particular, la prescripción de isotretinoína entre hombres y mujeres disminuyó ligeramente durante el periodo del estudio, "lo que puede reflejar las cargas administrativas actuales asociadas con iPLEDGE", dijo en entrevista el autor del estudio, Dr. John S. Barbieri, del Departamento de Dermatología del Brigham and Women's Hospital en Boston, Estados Unidos.
Para el estudio transversal, que se publicó en versión electrónica como una carta de investigación en JAMA Dermatology, el Dr. Barbieri analizó la base de datos de reclamos comerciales de Truven Health MarketScan del 1 de enero de 2017 al 31 de diciembre de 2020, para identificar a las personas con una consulta por acné, prescripciones de antibióticos orales de tetraciclina (doxiciclina, minociclina), otros antibióticos orales comúnmente recetados (trimetoprima-sulfametoxazol, amoxicilina, cefalexina), espironolactona e isotretinoína.[1] En el análisis solo se incluyeron ciclos farmacológicos de más de 28 días y el Dr. Barbieri los estratificó según el tipo de médico (dermatólogo, médico no dermatológico y personal de enfermería especializado o asistente médico). Para normalizar las tasas de prescripción (y así abordar posibles cambios en la cantidad de pacientes tratados por acné a lo largo del tiempo), la cantidad de ciclos de tratamiento prescritos cada año se estandarizó según la cantidad de consultas por acné con ese tipo de médico durante el mismo año calendario.
El periodo del estudio incluyó una media de 1,9 millones de consultas por acné al año.
El Dr. Barbieri descubrió que los dermatólogos recetaban más antibióticos orales por médico para el acné, que cualquier otra especialidad médica importante y que los antibióticos orales seguían prescribiéndose con frecuencia para tratar el acné tanto por dermatólogos como por no dermatólogos. "Entre los antibióticos orales, minociclina y trimetoprima-sulfametoxazol siguen prescribiéndose con relativa frecuencia, a pesar de los posibles problemas de seguridad y la falta de evidencia de que sean más efectivos que doxiciclina", comentó.