Según un estudio internacional publicado en la revista Stroke, los hombres y las mujeres tienen la misma probabilidad de sufrir deterioro cognitivo después de un ictus isquémico. Sin embargo, los dominios específicos afectados y el rendimiento de una prueba de detección de uso habitual difieren entre los sexos.
Estos hallazgos deben tenerse en cuenta al evaluar y diagnosticar el deterioro cognitivo posterior a un ictus.
Los investigadores del consorcio Meta-VCI-Map realizaron un estudio de cohortes de 2.343 pacientes con ictus isquémico agudo en 6 países de Europa y Asia. Todos los pacientes presentaban infartos sintomáticos visibles en las imágenes y se sometieron a una evaluación cognitiva en los 15 meses posteriores al ictus.
Los criterios principales de valoración fueron el deterioro cognitivo posterior al ictus (deterioro en al menos un dominio cognitivo en la evaluación neuropsicológica) y la sensibilidad y especificidad de las herramientas de detección cognitiva comúnmente utilizadas para detectar el deterioro cognitivo posterior al ictus.
En la evaluación cognitiva, que se llevó a cabo una mediana de 3,4 meses después del ictus, se encontró que el 51 % de las mujeres y los hombres presentaban deterioro cognitivo posterior al ictus.
Sin embargo, los hombres tenían un 24 % menos de probabilidades que las mujeres de tener problemas de atención y funcionamiento ejecutivo y un 33 % menos de probabilidades de presentar problemas de lenguaje. Por otro lado, los hombres tenían un 43 % más de probabilidades de sufrir problemas de memoria verbal.
En un punto de corte de 25 puntos, el desempeño del Mini-Examen del Estado Mental para detectar el deterioro cognitivo posterior al ictus difirió entre los sexos. Tuvo mayor sensibilidad (0,53 frente a 0,27; p = 0,02), pero menor especificidad (0,80 frente a 0,96; p = 0,01) en mujeres en comparación con los hombres.
Por el contrario, con un punto de corte de 26 puntos, la Evaluación Cognitiva de Montreal se desempeñó de manera similar en ambos sexos para detectar el deterioro cognitivo posterior al ictus, con esencialmente la misma sensibilidad (0,91 frente a 0,86; p = 0,62) y especificidad (0,29 frente a 0,28; p = 0,86) en mujeres y hombres.