Presuntamente, iba acompañado de una mujer. La familia pidió a la Fiscalía General que revise las cámaras de la zona
Tuxtla Gutiérrez, Chis-. Humberto Arisméndiz López, un hombre de 31 años, trabajador de una tienda de abarrotes, salió una madrugada de un bar en la zona poniente de Tuxtla Gutiérrez, acompañado de una mujer; sus familiares no supieron más de él.
Fabiola, hermana del desaparecido, denunció que a “17 días de los hechos”, la autoridad ministerial se mantiene omisa y negligente y no les informa de ningún avance de las investigaciones.
La Fiscalía General del Estado les notificó que deben esperar que les proporcionen “las cámaras de esa zona para ver si alguien se lo llevó o qué rumbo tomó mi hermano”, señaló la denunciante durante una protesta afuera de la sede del gobierno estatal.
La madrugada de su desaparición, el joven estuvo acompañado de una mujer desconocida, refirió Fabiola, y que la familia se percató de su ausencia “el miércoles 16 de agosto; empezamos a hacerle llamadas a su celular y mandó a buzón, los mensajes no le llegaban”. Su padre buscó comunicarse y “ya no contestó su teléfono”.
“Mi hermano se retiró a las nueve de la noche de la tienda de abarrotes localizada en la colonia Cruz con Casitas, en el norte de la ciudad, según afirmó la contadora del negocio”, agregó.
“Salió de la tienda rumbo al centro, la última vez que lo vieron fue aquí en el centro, por La Hojaldra (panadería), de ahí, creo que se dirigió a la zona de antros”, expuso la mujer a los periodistas.
La familia pidió a la Fiscalía General que revise las cámaras de la zona para “ver a dónde había ido mi hermano, o quién se lo llevó”.
Fabiola declaró que “el comandante encargado de la investigación le dijo que ya habían localizado y hablado con la mujer con quien Humberto salió del antro, pero (el mando policíaco) se ha negado a proporcionarles detalles sobre qué dijo la mujer, a dónde fueron después” y qué pudo haber ocurrido con su consanguíneo.
El desaparecido no tenía problemas con ninguna persona, se trataba de “un muchacho como cualquiera, se dedicaba a trabajar, nunca se había desaparecido, yo creo que esa noche lo único que deseaba era divertirse, pues nunca sabíamos lo que iba a pasar”.
Contó que “a 17 días de la desaparición, la última vez, el viernes, que platiqué con el comandante, lo único que me dijo fue que tenemos que esperar a que nos den las cámaras porque lleva su tiempo, y la persona que se dedica a checar eso, tiene que tomarse su tiempo”.