Una joya controversial y magistral del cine que merece regresar a la gran pantalla. Dirigida por el icónico Gary Oldman, esta película se erige como una auténtica obra maestra. Más allá de su cautivadora trama y su banda sonora impresionante, ha quedado grabada en la historia por su audaz lenguaje, repleto de cientos de palabras fuertes. A pesar de esto, su valor es innegable.
"Los golpes de la vida" ostenta el título de ser la película con mayor cantidad de lenguaje fuerte en la historia del cine, superando las 400 "malas palabras" a lo largo de su duración. No obstante, detrás de este rasgo, la película de Gary Oldman es una obra maestra que no debe pasarse por alto. Lanzada en 1997, destacó por su dura trama y por abordar temas sociales profundos.
La trama de "Los golpes de la vida" sigue a Raymond (Ray Winstone), su esposa Valerie (Kathy Burke), su hermano Billy, su madre Janet y la abuela Kathy. Estos personajes habitan en un barrio de clase trabajadora en Londres y conforman una dinámica disfuncional. La familia enfrenta la violencia de Raymond y las adicciones de Billy. Eventualmente, Raymond expulsa a Billy de la casa debido a su comportamiento. Sin un lugar a donde acudir, Billy se sumerge en un círculo de personas adictas a la heroína.
Este filme, siendo el primer y único largometraje de Oldman como director, brinda una mirada sin filtros a su propia vida, pintando un retrato sincero de las experiencias de su familia. Oldman creció en los suburbios de Londres y con esta película muestra algunas de las dinámicas que vivió de cerca. En su 25º aniversario, "Los golpes de la vida" ha sido restaurada en 4K desde el negativo original, y la calibración fue aprobada por el propio Gary Oldman, utilizando una impresión reciente. Además, cuenta con una cautivadora banda sonora dirigida por el legendario guitarrista y músico británico Eric Clapton.
La película fue seleccionada para el Festival de Cine de Cannes de 1997, donde Kathy Burke recibió el premio a la mejor actriz por su papel como Valerie, la esposa de Ray. Es relevante mencionar que la película fue coproducida por Luc Besson, quien dirigió a Gary Oldman en "El perfecto asesino" en 1994. Por tanto, no puedes dejar pasar esta obra maestra y, de paso, podrías contar las numerosas groserías que salpican a lo largo de la película.