Cada mujer refugiada cuesta 75 mil pesos al mes. Además de su sustento, se proporciona apoyo a sus hijos e hijas.
La Fundación Luz y Esperanza A.C. en Saltillo continúa brindando asistencia y refugio gratuito a mujeres en situación de violencia. Sin embargo, su presupuesto es insuficiente.
En 2022, el apoyo que recibieron se redujo en un 20% y llegó tarde. Esta situación se repitió este año y para suplir la falta de recursos cuentan con donaciones en especie, que sirven para brindar atención integral a las mujeres y sus hijos durante los primeros meses del año.
"El presupuesto que nos ha asignado el Gobierno Federal para todo el año no es suficiente. Presentamos nuestro presupuesto en enero de este año y lo evaluamos casi de inmediato, pero no firmamos el acuerdo hasta mayo y los fondos no llegaron". hasta finales de ese mes, entonces es muy complicado y por eso organizamos campañas de donación de productos de higiene y alimentos, eso nos ayuda a sostenernos”, dijo Rosa María Salazar Rivera, representante de la Fundación.
Mencionó que a estas alturas del año el albergue tiene cuentas pendientes de pago, incluyendo servicios públicos como luz, agua, gas y alquiler, los cuales están cubiertos con un apoyo mínimo del municipio de Saltillo.
"El apoyo económico nunca es suficiente. Ahorita estamos atrasados en el pago del alquiler, pero lo que hacemos es tratar de maximizar los fondos federales, que son los mismos desde hace tres años: 6 millones de pesos. Ese monto sólo cubre las necesidades más básicas porque estamos muy golpeados por la crisis. La inflación sigue subiendo y todo eso nos afecta", explicó.
El albergue de la Fundación puede acoger hasta 28 familias al año. Sin embargo, en años anteriores han atendido hasta 35 mujeres y sus hijos.
"Las mujeres pueden venir y abordar su situación de violencia, aunque sólo se queden una noche. Hemos estudiado la legislación nacional y la cuestión del límite de tres meses, pero creemos que las mujeres deberían poder quedarse tanto tiempo como sea posible. consideran necesario, la única condición es que estén viviendo violencia, que no tengan una red de apoyo o que se sientan en riesgo”, comentó Salazar Rivera.
REFUGIOS EN OTROS PAÍSES
Recientemente, Salazar Rivera visitó refugios para mujeres víctimas de violencia en Canadá, donde se adopta un enfoque completamente diferente al de México.
“Esos albergues también están subsidiados por el Gobierno Federal y se someten a auditorías y seguimientos, al igual que nosotros. La diferencia es que tienen un presupuesto mayor, lo que les permite albergar hasta 30 familias en casas amplias y con espacio para mascotas. .
“Estos son espacios abiertos donde las mujeres pueden salir a trabajar, y esto es posible porque la policía es más eficiente en su trabajo, y por eso es diferente”, concluyó la representante.