Comer postres no está prohibido si se tiene diabetes, ya que se trata de encontrar el equilibrio adecuado de nutrientes para estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y practicar la moderación.
Los postres tienen un alto contenido de azúcar y carbohidratos simples, lo que causa aumentos rápidos en los niveles de azúcar en la sangre, pero la elección de ingredientes es importante en términos de la respuesta del azúcar en la sangre. Un postre que incluye fruta, proteína y grasas saludables tendrá un índice glucémico más bajo, lo que ayuda a equilibrar el azúcar en la sangre.
La cantidad de carbohidratos, proteínas y grasas en un postre, lo que come antes de la comida y la hora del día pueden influir en la respuesta de azúcar en la sangre al comer postre.
Controlar las porciones también es clave para evitar picos de azúcar en la sangre. El postre puede ser parte de una dieta sana y equilibrada cuando se consume con moderación. Al elegir un postre, es útil que las personas con diabetes consideren opciones que contengan fibra, proteínas y grasas saludables.
Algunos de los postres recomendados incluyen dátiles rellenos con mantequilla de maní, bocados energéticos, pudín de semillas de chía con aderezos, postres horneados con proteína en polvo y postres a base de mantequilla de nueces.
Además, también se pueden incluir dulces elaborados con alternativas al azúcar. Los edulcorantes artificiales pueden ser una buena opción para aquellos que desean reducir su consumo de carbohidratos y azúcar mientras disfrutan del postre.
Si bien ningún alimento está completamente prohibido, es importante limitar el consumo de postres que contengan principalmente azúcar y carbohidratos refinados, como pasteles, dulces o galletas.
Ser consciente de cómo se siente al comer ciertos postres y cómo afectan los niveles de azúcar en la sangre es importante porque cada persona es diferente.