El boliviano Héctor Garibay corresponde a esa clase de atletas que corren con el corazón.
Su espíritu inquebrantable ya lo llevó a dar la marcar para París 2024, en el Maratón de Sevilla. Y este domingo volvió a dar muestra de su capacidad al ganar el exigente Maratón de la Ciudad de México. Con un tiempo de 2:08:23. Motivado por el sueño olímpico, el maratonista boliviano mantiene su nombre entre la élite del atletismo latinoamericano.
Aunque para algunos fue una sorpresa, el atleta de 35 años lleva tiempo entre los mejores representantes de la región. Todo ello, a pesar del poco apoyo que él mismo ha denunciado y por el cual debe dividir su tiempo entre los entrenamientos y el oficio de taxista, en su natal Oruro, para apoyar al sustento de sus sobrinos.
Fue una carrera imponente, la del boliviano. Acostumbrado a las grandes alturas, desde los primeros kilómetros se posicionó en el pelotón de adelante y mantuvo el paso de los kenianos, dominadores históricos de la carrera de México.
No era estrategia lo de Garibay para cansar a sus oponentes, sino una auténtica muestra de poder. El boliviano se plantó entre sus rivales y de a poco se convirtió en el líder de la carrera.