La percepción del tiempo varía de persona a persona, pero tiende a pasar más rápido en la vejez. ¿Por qué?
La vejez, informa la Enciclopedia Humanidades, es un proceso fisiológico y natural de todo ser humano. Consiste en el último período de la vida donde una persona suele comenzar a partir de los 65 años de edad. Desde aspectos biológicos, comprende a la población que evidencia el paso del tiempo, tanto en efectos fisiológicos naturales del envejecimiento, incluyendo las experiencias y conocimientos acumulados.
Esta etapa suele relacionarse con el disfrute de lo que la persona ha trabajado y forjado en sus relaciones sociales, amorosas, laborales, económicas, entre otras. La persona suele mirar lo que ha realizado durante años, pero no quita el ojo del presente, pues el tiempo se convierte en su aliado y su peor enemigo. Le ha dado la oportunidad de verse crecer y conocer el mundo, pero a la vez le recuerda que este cada vez se acaba.
Durante la vejez, algunas personas mayores suelen expresar la rapidez del paso del tiempo. ¿Por qué pasa esto? ¿Cómo evitar enfocarse en el tiempo que queda? Son algunas de las preguntas que abordaremos. Cabe destacar que cualquier proceso en esta etapa, es necesario atravesarlo en compañía para evitar caer en la soledad o la frustración constante que impida aprovechar el tiempo, pero sobre todo las personas que están a nuestro alrededor.
¿Por qué se pasa el tiempo más rápido?
De acuerdo con Lamentees maravillosa, no sólo la cantidad de recuerdos influye en la percepción de que el tiempo pasa más rápido al envejecer, también la capacidad atencional y la memoria se ven afectadas por el envejecimiento por su deterioro a nivel perceptivo, implicando un aumento de incertidumbre temporal, rescata un estudio publicado en la revista ‘Frontiers in Aging Neuroscience’. Esto es resultado de la compensación cerebral al degenerarse el circuito frontoestriatal.
Por su parte Radiónica explica que a medida que avanzamos en la vida establecemos rutinas y adquirimos responsabilidades que ocupan gran parte del tiempo. La repetición de actividad y falta de novedad puede hacer que la atención se desvíe y percibamos que el tiempo pasa más rápido. Además, cada año que pasa representa una porción más pequeña de la vida, haciéndonos creer que el tiempo aumenta su velocidad.
Finalmente Muy interesante recupera un estudio publicado en la revista ‘Atten Percept Psychophys’ donde aseguran que conforme envejecemos, experimentamos el tiempo de manera diferente debido a la reducción de la producción de la dopamina, impactando en nuestros relojes internos. Esto hace que prendamos nuestro piloto automático con mayor frecuencia y lleguemos a una rutina donde todo se vuelva monótono.
El paso del tiempo con tanta rapidez puede provocar en las personas una crofonofobia. Desansiedad detalla que esta palabra hace referencia al miedo irracional del paso del tiempo, generando ansiedad, por lo cual es necesario aprender a regresar al momento del presente para disfrutar cada instante. Aquí la mente se adelanta a los peores escenarios para protegerse de no sufrir, sin embargo, la persona empieza a sufrir a través de ella misma.
Cuideo recomienda que cuando se llega a la vejez, es necesario adoptar una actitud positiva, pues aunque puedan presentarse momentos difíciles como complicaciones en la salud, una actitud positiva será clave para tener una buena calidad de vida. Por ello, es necesario que las personas mayores se apoyen en sus cuidadores para obtener motivación, compañía y el amor que necesitan y aprovechar el tiempo en todo su esplendor.