Con el inicio de un nuevo año escolar, se abre una ventana para observar de cerca el crecimiento de los niños y niñas, una clave vital para su desarrollo físico y bienestar.
La altura de los pequeños a lo largo del ciclo escolar puede revelar mucho sobre su salud y permitir la detección temprana de posibles problemas de crecimiento. ¿Te has preguntado cuántos centímetros ha crecido tu hijo o hija desde el último ciclo escolar?
Es común que los padres noten cómo los uniformes ya no les quedan o que los zapatos nuevos se vuelven pequeños en cuestión de semanas, señales claras de que sus hijos están en pleno proceso de crecimiento.
Sin embargo, en algunas familias esta situación no se presenta, lo cual podría ser un indicador de alerta que sugiere que los niños no están experimentando un crecimiento adecuado. Varios factores pueden estar detrás de este fenómeno:
1. Alteraciones Hormonales:
Deficiencia de la Hormona del Crecimiento: Una de las principales causas. Si los niños no experimentan cambios en su estatura o son más bajos que sus compañeros, podría ser un signo de esta deficiencia.
Hipotiroidismo: Esta afección, que involucra una deficiencia en la hormona tiroidea, puede retrasar el crecimiento y la pubertad.
Pubertad Precoz: Si bien los niños pueden crecer rápidamente en este caso, los huesos también pueden dejar de crecer prematuramente, impidiendo alcanzar su potencial de crecimiento.
2. Influencia Genética:
La genética juega un papel crucial. Si los padres son de baja estatura, es posible que los hijos también lo sean. No obstante, ciertas alteraciones genéticas, como el Síndrome de Turner que afecta exclusivamente a las niñas, pueden causar talla baja y retraso en la pubertad.
3. Nutrición:
Una alimentación adecuada es esencial para el crecimiento. La carencia de nutrientes clave, como proteínas, vitaminas y minerales, puede obstaculizar un crecimiento óptimo.
4. Enfermedades Renales:
La insuficiencia renal crónica, que afecta la función de los riñones, puede llevar a una acumulación de productos de desecho en el cuerpo y afectar diversas funciones y sistemas corporales.
Signos de alerta de que tus hijos no crecen adecuadamente:
Los padres y profesionales de la salud deben estar atentos a los siguientes signos:
Reducción en la velocidad de crecimiento: Si un niño no crece consistentemente a lo largo de un tiempo determinado, es esencial investigar posibles causas.
Estatura desproporcionadamente baja: Si un niño es mucho más bajo que sus compañeros de clase, podría ser un indicio de un problema subyacente que afecta su crecimiento.
El Dr. Francisco Valdez, Gerente Médico de Endocrinología en Merck México, subraya la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado para maximizar el potencial de crecimiento de los niños con talla baja.
Un endocrinólogo pediatra es el profesional indicado para evaluar el crecimiento y determinar si es necesario realizar pruebas adicionales y establecer un tratamiento personalizado.
A medida que los niños vuelven a las aulas, su crecimiento se convierte en un indicador crucial de su bienestar general. Vigilar de cerca su desarrollo físico y abordar cualquier preocupación a tiempo puede marcar una diferencia significativa en su calidad de vida y confianza en sí mismos.