Tras la muerte de cuatro personas en el desierto de Ocampo, en Coahuila, el director de la Casa del Migrante Saltillo, Alberto Xicoténcatl, señaló que el Estado es partícipe de una cadena de falta de garantía de los derechos de las personas migrantes.
Aunque existe poca información, Xicoténcatl señaló que las bandas criminales dedicadas al tráfico ilegal de migrantes no garantizan que las personas lleguen a su destino y mucho menos su integridad y salud, por lo que esta actividad es un delito que pone en riesgo la vida de las personas. Aunque en Coahuila no se tiene una cifra exacta, aseguró que son miles de personas que cruzan por el territorio de Coahuila a través de bandas delictivas, así mismo, mencionó que la cifra de trata ilegal de migrantes incrementó a partir de la pandemia por Covid.19 y el cierre de las fronteras y por consiguiente, también el número de migrantes que intentan cruzar. “No hay una posibilidad de saber cuántos son porque no pasan por albergues o casas o comedores, sino que van ocultos en tráileres o transportes particulares”, explicó.