Mi padre era carpintero, por lo que he pasado gran parte de mi vida entre maderas, serruchos, cepillos y formones. Y solo habiendo vivido rodeado de virutas, aprendes a diferenciar los distintos olores de la madera.
Años después de que mi padre se jubilara, andaba yo por los submundos de un hospital cuando sin darme cuenta pasé por la sala de mantenimiento (ni siquiera sabía que estaba allí). El olor de esa sala me rodeó, y tras atravesar mi mucosa olfativa, se dirigió rápidamente a través del nervio olfativo hasta el bulbo olfatorio, que tras analizarlo lo condujo al sistema límbico.
De repente y sin saber cómo, regresé a mi Toledo natal, a la carpintería de mi padre. Esa que llevaba años cerrada y en la que nunca había vuelto a pensar. Por un segundo, incluso me pareció verle con una lija en la mano, mirándome para que le ayudara. Y como por arte de magia, todo mi estrés del día empezó a desaparecer, dando paso a sentimientos de calma y felicidad.
El ruido de un ascensor cercano me devolvió a la realidad.
¿Es posible que el simple olor a madera recién cortada me haya arrastrado veinte años atrás y que mi hipocampo esté sacando a la luz recuerdos que no sabía que estaban ahí?
Este tipo de vivencias son muy comunes y seguramente usted lo haya experimentado. El olor a bollería o pan recién hecho, el cloro de la piscina en verano, la brisa salada del mar y el aroma a café o a lluvia son olores que hacen que nuestra memoria comience a rescatar recuerdos y emociones que creíamos olvidados.
La memoria es la capacidad del cerebro para recopilar, almacenar y recuperar información basada en experiencias pasadas. Pero ¿que tipo de vivencias se almacenan con mas facilidad? Aquellas vinculadas a emociones, ya sean positivas o negativas.
Nuestra memoria es un cajón sin fondo. La cantidad de información que podemos almacenar es infinita; lo que ocurre es que no siempre está accesible. Esto se debe a que nuestro cerebro guarda en lugares más recónditos lo que considera que es menos importante en un momento determinado. Y cuanto más apartada está, más difícil es rescatar después esa información.