El riesgo de nuevas enfermedades, discapacidad y muerte sigue siendo elevado en algunos pacientes hasta dos años después de infectarse del COVID-19, reveló este lunes un estudio que muestra el impacto prolongado del virus SARS-CoV-2.
Las personas que nunca estuvieron lo suficientemente enfermas como para ser hospitalizadas por COVID agudo aún tenían un mayor riesgo que las personas no infectadas de desarrollar trastornos prolongados relacionados con el coronavirus, como:
- Coágulos sanguíneos peligrosos.
- Diabetes.
- Enfermedades pulmonares, gastrointestinales y musculoesqueléticas.
El estudio con estas conclusiones fue publicado este lunes en la revista Nature Medicine.
Se estima que cerca de 65 millones de personas en todo el mundo viven con la llamada condición post-COVID, un número que, según se informa, aumenta constantemente en ausencia de tratamientos aprobados y la continua propagación viral.
La investigación del Centro de Epidemiología Clínica del Sistema de Atención Médica de Asuntos de Veteranos en Missouri muestra cómo las dolencias a largo plazo que afectan a los sobrevivientes del COVID se suman a la carga de enfermedad de la pandemia.
“Si bien los síntomas prolongados del COVID de muchas personas mejoran lentamente con el tiempo, esto puede llevar años y algunos síntomas persisten incluso más allá de ese punto”, comentó Michael Peluso, profesor asistente de medicina en la Universidad de California en San Francisco.
‘Un camino muy largo y arduo hacia la recuperación’
El ‘COVID largo’ se ha relacionado con más de 200 síntomas que afectan a todos los sistemas de órganos. El epidemiólogo Ziyad Al-Aly y sus colegas usaron las bases de datos para comparar la incidencia de 80 problemas de salud post-agudos entre 138 mil 818 veteranos que sobrevivieron al primer mes de una infección por COVID durante el primer año de la pandemia con casi 6 millones que no fueron infectados en el mismo periodo.
Los que no fueron hospitalizados por COVID tenían un mayor riesgo de desarrollar 31 por ciento de las 80 dolencias después de dos años de seguimiento, en comparación con los no infectados, mientras que los pacientes hospitalizados por COVID tenían más posibilidades de desarrollar 65 por ciento de ellas.