Los estadounidenses de raza negra tienen un 54% más de probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares que los estadounidenses blancos, a pesar de que se ha producido una reducción general sustancial en la mortalidad por esta causa en todo el país.
Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Tulane publicado en 'Annals of Internal Medicine' ha descubierto que esta disparidad racial puede atribuirse a factores sociales como el desempleo, los bajos ingresos y la falta de pareja en lugar de factores conocidos como la hipertensión y la obesidad.
«Durante tantos años nos hemos centrado en el tabaquismo, la dieta, la actividad física, la obesidad, la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto, y sabemos que son importantes para la prevención de enfermedades cardiovasculares, pero me sorprendió que la diferencia entre blancos y negros en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares se debe principalmente a factores sociales«, explica el doctor Jiang He, catedrático de Epidemiología en la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de Tulane y autor principal del estudio.
Utilizando datos de salud de más de 50.000 adultos, el estudio examinó la asociación entre los factores de riesgo clínicos (obesidad, diabetes, hipertensión y colesterol alto), los factores de riesgo del estilo de vida (tabaquismo, dieta poco saludable, falta de ejercicio y muy poco o demasiado sueño), y factores de riesgo social (desempleo, bajos ingresos familiares, inseguridad alimentaria, baja educación, sin acceso regular a la salud, sin seguro médico privado, no tener vivienda propia, no estar casado ni vivir en pareja) con mortalidad cardiovascular.
Cuando el estudio se ajustó por edad y sexo, los adultos negros tenían una tasa de mortalidad por enfermedad cardiovascular un 54 % más alta en comparación con los adultos blancos. Eso se redujo a 34% y 31% después de ajustar los factores de riesgo clínicos y de estilo de vida, respectivamente. Pero la diferencia racial en la mortalidad cardiovascular se disipó por completo después de ajustar los factores de riesgo social.
«Cuando ajustamos el estilo de vida y los factores de riesgo clínicos, la disparidad entre blancos y negros en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares disminuyó, pero aún persistió», advierte He. «Sin embargo, después de ajustar los factores de riesgo social, esta diferencia racial desapareció por completo», asegura.
Este estudio sigue a otro estudio reciente de Tulane que encontró de manera similar que los estadounidenses negros tienen un 59 % más de probabilidades de morir prematuramente que los estadounidenses blancos. Esa disparidad se redujo a cero después de ajustar estos factores sociales, también llamados determinantes sociales de la salud.
Para He, los hallazgos enfatizan la importancia de los trabajos bien remunerados, el acceso a la atención médica y el apoyo social que puede provenir de una familia o una comunidad muy unida.
El autor principal está poniendo estos hallazgos en práctica con un programa que tiene como objetivo abordar la hipertensión en las comunidades negras de Nueva Orleans al asociarse con iglesias locales para brindar capacitación sobre exámenes de salud y medicamentos gratuitos.
«Es esencial desarrollar nuevas intervenciones basadas en la comunidad para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en las poblaciones negras», afirma.