¿Vas a tu primera cita? Ten en cuenta estas banderas rojas para saber si vale la pena una segunda cita.
Las primeras citas suelen ser momentos claves para una relación. Los nervios, la emoción, las expectativas y la euforia están al tope. Queremos pasar todo el tiempo que se pueda con esa persona, pero a la vez queremos adelantarlo para no tener que pasar por las vergüenzas o contratiempos que suelen presentarse. La primera cita nos puede indicar que existen razones para que la relación funcione y a la vez nos puede decirnos que las cosas no van para ningún lado.
En la primera cita no sólo debemos tomar en cuenta cómo nos vestimos, a dónde vamos, qué esperamos o qué nos gustaría compartir, también debemos tener los ojos abiertos a la red flags. Las red flags o banderas rojas, informa Glamour, se relaciona con la señal de advertencia de un escenario peligroso para actitudes y comportamientos que podrían tener las personas. Más allá de poder escupir saliva por los nervios, va al trato en la relación.
En algún momento de la relación mostraremos nuestra cara poco agradable, como nuestro enojo ante una injusticia o la frustración por un problema sin resolver, sin embargo, esto no significa que debamos vivirlo todos los días, pues en un largo plazo podría convertirse en un ambiente tóxico. Por ello, es necesario identificar esos comportamientos que nos harán pensar 2 veces si queremos estar con una persona. Te dejamos algunas consideraciones a tomar en cuenta.
¿Cuáles son las red flags en una primera cita?
1. La persona contrala tus decisiones
Si la persona busca tener el control de la dinámica en cualquier momento de la cita, desconfía de ella. Este control se refleja en decirte qué ropa quiere que vistas, si le molestan tus sugerencias o decisiones, te dice cuándo será la cita sin consultar tus tiempo y decide el lugar sin preguntarte, menciona Lamentees maravillosa. Si a ti te gusta que las personas tengan un plan es distinto a tomar el control, la diferencia lo hace la comunicación de lo deseos y la pregunta para conocer la opinión.
2. Se salta los límites, te hace sentir incómoda/o
Otra red flag es que no respete tus límites. De acuerdo con Lamentees maravillosa, esto puede ser al acercarse demasiado a tu espacio personal, hacerte preguntas incómodas, no respetar tus “no”, pedirte que te quedes más tiempo aunque le has explicado las razones por las cuales debes irte y burlarse de ti cuando te enfadas o demuestras una emoción. En una relación necesitas un acompañante, no una persona que te vulnere en tus pensamientos, emociones y actitudes.
3. La comunicación no es sincera
Lamentees maravillosa añade que el éxito de una relación es una buena comunicación. Las red flags aquí son utilizar indirectas, utilizar una comunicación violenta, no escucharte activamente, hablar en exceso sobre sí mismo/a, los elogios que te hace son exagerados y su lenguaje es contradictorio, es decir, puede decirte algo positivo, pero demostrando interés. Probablemente la persona tuvo un mal día que pueda impedir la comunicación, pero si no te lo explica o no le importa cómo te sientas, estás frente a una bandera roja.
4. Mala educación al hablar con las demás personas
Aunque una relación de pareja involucra dos personas, conforme va pasando el tiempo, van interactuando familiares, amistades y otros círculos cercanos. Si trata a las demás personas con poca amabilidad y cero respecto, huye porque es una red flag, destaca Cadenadial. Nuestro comportamiento con las demás personas habla mucho sobre nuestra personalidad. Si notas cierta superioridad o necesidad de poder o ridiculizar a las demás personas, entonces en algún punto pueda tocarte este comportamiento a ti o alguno de tus seres queridos.
5. Utiliza la expresión “mis ex estaban locas/os”
Aunque es pésima idea hablar de las y los exes en una primera cita, Cadenadial destaca que usar este tipo de expresiones es una red flag, pues dirige el fracaso de sus relaciones a sus otras parejas. Aunque la relación haya terminado mal, es necesario tomar en cuenta las acciones que tuvo cada persona. Si no hay una contextualización de las ideas expresadas, probablemente debas huir ante la falta de responsabilidad afectiva.