La construcción del Centro Histórico ha dado inicio y con ello se realizó el cierre de calle Hidalgo, eso para que el personal de SIMAS pueda realizar el trabajo pertinente, la mayoría de los comerciantes ambulantes, sobre todo los vendedores de comida, fueron reubicados; sin embargo, una sola mujer se negó a retirarse del sitio pese a las condiciones.
Lucy Garza, directora del centro, comunicó que se ha dado un margen de 40 días en los que permanecerá cerrada la calle y los ambulantes fueron reubicados por la cuestión del polvo, haciendo hincapié en los que venden alimentos como elotes, fritos con queso, aguas de sabor, etc.
Oportunidad. Se colocaron en la calle Abasolo y Zaragoza y aunque también existió negación, la directora dijo que, los vendedores de comida deben retirarse, ya que el polvo contamina los alimentos y eso no es salubre.
Observación. Y aseguró que una vendedora de aguas fue la que presentó resistencia, el día de ayer en un recorrido por parte de periódico El Tiempo se observó como una mujer que vendía estas bebidas de sabores estaba instalada justo atrás de la maquinaria pesada que trabaja sobre la calle.
Para los locatarios, la directora recordó que se cerró la calle, pero los peatones podrán seguir caminando por la zona, es por eso que no se deben afectar sus ventas.