Dos casos de la recién identificada subvariante del coronavirus, científicamente denominada EG.5 pero popularmente conocida como Eris, han sido identificados en México, generando una creciente inquietud a nivel global debido a su acelerada propagación.
Este nuevo linaje del COVID-19, descendiente de la variante Ómicron, ha surgido como una cepa de "interés" de acuerdo con la evaluación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Originándose en China, Estados Unidos y Canadá en semanas recientes, Eris ha logrado diseminarse en más de cincuenta naciones, resaltando su sorprendente capacidad de contagio aún en personas previamente vacunadas. La rapidez con la que ha logrado expandirse plantea interrogantes respecto a su impacto en la salud pública mundial.
Según información proporcionada por la plataforma Global Initiative All Influenza Data, el primer caso confirmado de Eris en México fue registrado el 14 de junio de 2023 en la Ciudad de México.
Una mujer de 49 años, sin historial reciente de viajes al extranjero, ingresó al Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) con síntomas compatibles con COVID-19. Este incidente marcó la presencia de la subvariante en el país y suscitó la alerta entre las autoridades sanitarias.
El segundo caso de esta cepa fue anunciado por el Inmegen el 17 de julio. Un hombre de 63 años, residente también en la Ciudad de México, buscó atención médica en el Instituto debido a síntomas relacionados con el coronavirus.
Siguiendo los protocolos establecidos, se le realizó un hisopado nasal que posteriormente fue sometido a un riguroso análisis en laboratorio.
A pesar del creciente número de casos identificados, se mantiene en incertidumbre la condición de salud de los afectados por esta nueva subvariante. La Secretaría de Salud (SSa) ha guardado silencio en torno a la presencia de Eris en México, lo que ha levantado inquietudes sobre la transparencia y las medidas que se están implementando para frenar su propagación en el país.
La comunidad internacional sigue atentamente la evolución de Eris, ya que su rápida expansión y el hecho de afectar a individuos previamente inmunizados plantean nuevos desafíos en la lucha contra la pandemia.
El avance científico y la cooperación global serán fundamentales para comprender plenamente las características de esta subvariante y tomar medidas eficaces para contener su impacto en la salud pública.