“No tenemos nombre y un apellido, pero sí una misma voz”, detalló la ministra presidente de la Corte
La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández dijo que en el debate público surge la interrogante en ocasiones genuina, en otras meramente provocadora de ¿qué es el Poder Judicial Federal?, ¿De quiénes son como institución?
“Desgraciadamente para muchos el Poder Judicial de la Federación somos solo los ministros. En ocasiones incluye a los consejeros y algunos magistrados y jueces, cuyos rostros se exhiben en el intento por ponerle un nombre a la función jurisdiccional.
“Un poder del Estado no tiene nombre ni apellido. El Poder Judicial Federal somos todos y ninguno en particular, la institución trascenderá a nuestros cargos actuales, a las personas que actualmente lo conformamos. Sin embargo, hoy ustedes y yo con cada actuación, con cada determinación, con cada contacto ciudadano somos la voz del Poder Judicial Federal”, aseveró ante juzgadoras de Mérida, Yucatán.
Durante el encuentro sostuvo que el Poder Judicial de la Federación (PJF), la ministra destacó que deben ser conscientes de que, en el ejercicio de sus funciones, no solo las jurisdiccionales, sino cualquier función relacionada con esta, usan todos siempre la misma voz.
“Con esta voz judicial construimos nuestro prestigio. Con nuestra voz judicial bordamos, día a día, la confianza de la ciudadanía para que nos permita resolver sus conflictos, con apego a derecho y respeto a la dignidad de las personas involucradas. No tenemos nombre y un apellido, pero sí una misma voz”, detalló.
Piña Hernández señaló que, en muchas ocasiones, no la comparte quien no obtuvo una resolución favorable.
“Es parte de la naturaleza humana, pero la solidez de esa voz, plasmada en cada una de nuestras resoluciones, sólo depende de las razones y los argumentos expresados en ella, los que deben ser siempre acordes con nuestra Constitución, con las leyes y con los tratados internacionales que el Estado mexicano ha suscrito a favor de los derechos humanos de las personas”, expuso.
La ministra dijo que, desde Yucatán hasta Baja California, los casi 50 mil integrantes del Poder Judicial de la Federación tienen la responsabilidad de construir, de definir día a día al Instituto.
“Respondamos al interrogante de quiénes somos, como diría Ruth Bader usando cualquier talento que tengamos para hacer nuestro trabajo lo mejor posible.
Usemos la voz judicial aplicando siempre al máximo nuestras habilidades, nuestras capacidades y como faro, los principios de nuestra ética judicial. Seamos conscientes en todo momento de que la voz judicial es una voz colectiva.
“Amigos todos, estoy aquí en la hermosísima Mérida como consejera de la Judicatura Federal, porque no solo estoy convencida, sino que la ley es muy clara al establecer que, para preservar nuestra encomienda fundamental de impartir justicia, es indispensable atender a la organización y funcionamiento de los tribunales”, aseveró.
La ministra insistió que la función como Consejo de la Judicatura Federal es brindar los elementos necesarios para que puedan responder a la sociedad en su demanda de justicia.
Subrayó que están cumpliendo la encomienda constitucional y legal de velar por la autonomía y por la Independencia de todos los órganos del Poder Judicial Federal.
“Venimos a escuchar, a observar, a dialogar para poder, juntos, mejorar nuestra institución, venimos a reflexionar y a deliberar críticamente cómo podemos continuar construyendo nuestra credibilidad ciudadana.
“En México y en muchas partes del mundo, los integrantes de los poderes judiciales enfrentamos desafíos definitorios, no solo para la permanencia de los Estados constitucionales y democráticos de derechos, sino fundamentalmente para garantizar que los conflictos sociales se resuelvan por los principios que guían la razón y los derechos humanos. Nunca por la fuerza o por la discordia dirigida”, refirió.
La ministra expresó que confía en sus colegas, en su compromiso y responsabilidad con la sociedad a la que sirven y en la cohesión de la comunidad judicial.
“Que se escuche clara nuestra voz judicial a favor de la dignidad de las personas, a favor del acceso a la justicia y a favor de la paz social”, remarcó.
Sostuvo que en México y en muchas partes del mundo, el reto es la permanencia de los Estados constitucionales y democráticos.