La embarcación, pensada para hospedar a unos 500 solicitantes de asilo, tiene tres pisos y está compuesta por 222 camarotes.
Los 39 solicitantes de asilo que esta semana habían sido alojados en la barcaza Bibby Estocolmo, en aguas del sur de Inglaterra, han tenido que ser desembarcados después de que unas muestras del sistema de agua del barco hallaran niveles de bacteria legionela, informó el ministerio de Interior.
La embarcación, pensada para hospedar a unos 500 solicitantes de asilo, tiene tres pisos y está compuesta por 222 camarotes.
El lunes habían empezado a ser alojados los primeros migrantes, todos varones, y estaba prevista la llegada de más en las próximas semanas, como parte de la política del gobierno para reducir la elevada factura de hospedar a solicitantes de asilo en hoteles.
"La salud y el bienestar de las personas en el barco es nuestra máxima prioridad. Muestras ambientales del sistema de agua en Bibby Stockholm han mostrado niveles de bacterias legionela que requieren más investigación", señaló hoy a los medios un portavoz de Interior.
"Después de estos resultados, el Ministerio del Interior ha estado trabajando en estrecha colaboración con la UKHSA (la Agencia de Salud y Seguridad) y siguiendo sus consejos en línea con los procesos de salud pública establecidos desde hace tiempo", añadió.
Descartan casos de legionela entre migrantes de prisión flotante en Inglaterra
"Como medida de precaución, los 39 solicitantes de asilo que llegaron en el barco esta semana están siendo desembarcados mientras se realizan más evaluaciones. Ninguna persona a bordo ha presentado síntomas de tener legionela, y los solicitantes de asilo reciben el asesoramiento y el apoyo adecuados", puntualizó el portavoz.
La fuente aclaró que las muestras solo están vinculadas al sistema de agua de la embarcación, por lo que no hay riesgo directo para la comunidad de la zona del sur de Dorset.
Se estima que las autoridades locales gastan unos seis millones de libras (6.96 millones de euros) al día en alojar en hoteles a los migrantes que están en situación irregular.
El director de los derechos de migrantes y refugiados de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI), Steve Valdez-Symonds, había criticado esta semana la medida al indicar que se trata de "una forma completamente vergonzosa de albergar a personas que han huido del terror, el conflicto y la persecución".