Haber tenido una infancia difícil, con experiencias infantiles adversas, puede hacer que una persona envejezca más rápido, Un estudio «JAMA Network Open» sugiere que este tipo de vivencias cuando una personas está en la niñez puede causar diferencias de 5 años en la edad epigenética, que es una forma de calcular la edad biológica de una persona, es decir, la edad funcional de cada célula de un organismo.
La investigación dirigida por la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern de Chicago (EE.UU.) ha estudiado la relación entre las experiencias adversas en la infancia y los cambios en la aceleración epigenética de la edad.
En el artículo, los investigadores utilizaron datos de cohortes de un estudio coronario de 30 años de duración para confirmar que varias mediciones de la aceleración epigenética de la edad están relacionadas con las experiencias infantiles adversas.
Las experiencias infantiles adversas (ECA) se describen en términos generales como situaciones de violencia, abuso, negligencia, inseguridad e inestabilidad doméstica que la mayoría de los niños sufren en algún momento antes de cumplir los 18 años. Los efectos adversos de estas experiencias se acumulan de forma proporcional a la dosis, de modo que los que sufren más tienen resultados adversos más importantes para la salud.
Los investigadores utilizaron datos del estudio Desarrollo del Riesgo Arterial Coronario en Adultos Jóvenes (CARDIA), diseñado inicialmente para examinar los factores que contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. CARDIA comenzó con una evaluación de referencia en 1985 y realizó ocho exámenes de seguimiento a lo largo de 30 años. En el análisis se utilizaron dos puntos temporales de seguimiento de CARDIA, 2015, que incluía un cuestionario de experiencias negativas, y el año 2020.
En dichas fechas se midieron cinco medidas basadas en la metilación del ADN asociadas con el envejecimiento biológico y la salud a largo plazo. Se compararon los marcadores epigenéticos de los participantes con cuatro o más experiencias negativas con los de aquellos con menos de cuatro. Tener cuatro o más experiencias negativas se asoció de forma consistente con varias medidas de aceleración epigenética de la edad.
El grupo con cuatro o más experiencias negativas tenía menos probabilidades de estar casado, más probabilidades de ser fumador, era menos activo físicamente y percibía menos ingresos
Los perfiles de metilación del ADN mostraron que los participantes con cuatro o más experiencias negativas eran propensos a tener edades epigenéticas mayores que sus edades cronológicas, independientemente de su estatus socioeconómico en la vida temprana o posterior. Los resultados con múltiples medidas de aceleración sugieren que las experiencias negativas pueden desempeñar un papel en diversas vías epigenéticas que persisten en etapas tardías de la vida y pueden estar asociadas con afecciones preclínicas y enfermedades manifiestas.
Los datos recogidos en el estudio también muestran que el grupo con cuatro o más experiencias negativas tenía menos probabilidades de estar casado, más probabilidades de ser fumador, era menos activo físicamente y percibía menos ingresos.