Los pacientes con hepatitis grave asociada al alcohol necesitan tratamiento tanto para su enfermedad hepática como para su trastorno por consumo de alcohol subyacente, concluye una revisión en la que se analizó la atención a los pacientes hospitalizados recientemente.
"Probablemente, lo más importante que me gustaría que los profesionales de la salud extrajeran de este estudio es que recuerden que es probable que estos pacientes tengan un doble diagnóstico", afirmó el autor principal, Dr. Akshay Shetty, del Pfleger Liver Institute del UCLA Medical Center en Los Ángeles, Estados Unidos.
"Es importante abordar la enfermedad hepática, porque probablemente conlleva el mayor riesgo de mortalidad y morbilidad a corto plazo, pero no debemos olvidar tratar simultáneamente su trastorno por consumo de alcohol", subrayó el Dr. Shetty a Medscape Noticias Médicas.
La orientación del Dr. Shetty y sus colaboradores fue publicada en versión electrónica en Journal of Clinical Gastroenterology.[1]
Cuanto más consumo excesivo de alcohol, más enfermedades hepáticas
La hepatitis asociada al alcohol es una "forma única y grave de esteatohepatitis asociada al alcohol que se observa en el contexto de un consumo excesivo reciente de alcohol", afirmó el equipo. Los pacientes con esteatohepatitis grave han tenido tasas de mortalidad de entre 20% y 50%. Según un estudio reciente, la tasa de mortalidad a los 30 días ha descendido a 17%, lo que los autores atribuyen a la mejora del tratamiento médico de apoyo.
El consumo excesivo de alcohol se ha disparado en las dos últimas décadas, lo que, según los expertos, ocasionará un aumento de las enfermedades hepáticas relacionadas con ese consumo, incluida la hospitalización por hepatitis asociada al alcohol, apuntaron los autores. Las tasas de ingesta de alto riesgo en Estados Unidos (cuatro o más bebidas diarias para las mujeres, cinco o más para los hombres) aumentaron casi 30% entre 2002 y 2012, sobre todo entre las mujeres y las minorías étnicas.
Al mismo tiempo, las tasas de trastorno por consumo de alcohol aumentaron 25% entre los adultos jóvenes. En 2019, una encuesta estadounidense reveló que 14,5 millones de personas mayores de 12 años en Estados Unidos tenían un diagnóstico de trastorno por consumo de alcohol.
Mientras tanto, la Muestra Nacional de Pacientes Hospitalizados de Estados Unidos reveló un aumento de 28,3% en las hospitalizaciones relacionadas con la hepatitis asociada al alcohol entre 2007 y 2014.
"Los pacientes con hepatitis asociada al alcohol tienen una elevada mortalidad a corto plazo y requieren un estrecho seguimiento ambulatorio y una importante coordinación asistencial", relataron los autores. A pesar del aumento de las tasas de hipertensión arterial grave, no existe una guía estandarizada sobre el tratamiento posterior al alta, lo que motivó su revisión de la atención clínica.