Disney Channel ha sido un trampolín para varias estrellas del entretenimiento, y Raven-Symoné se convirtió en una figura popular gracias a su papel en la exitosa serie. Sin embargo, detrás de la fachada de la fama, estaba lidiando con presiones sobre su apariencia física y críticas que impactaron su autoestima.
La actriz reveló en su podcast, "The Best Podcast Ever with Raven and Miranda", que a los 18 años se sometió a dos reducciones de pecho y una liposucción. La industria y los estándares de belleza imperantes la llevaron a tomar estas decisiones, buscando ajustarse a un ideal físico que parecía inalcanzable. Raven-Symoné compartió cómo incluso su propio padre le recomendó la reducción mamaria como una forma de lidiar con la presión y las críticas.
“Mi padre me preguntó: ‘¿Hay algo que podamos hacer para que no te sientas tan mal?’. Y yo le dije: ‘Si me hago una lipo, ¿la gente dejará de llamarme gorda?", relató la actriz en el programa.
En aquel período, las modelos Kate Moss y Gia Carangi introdujeron el concepto de "heroin chic", caracterizado por la delgadez, piel pálida, ojeras y rasgos fatigados. Esta tendencia se extendió incluso a figuras como las hermanas Olsen y Lindsay Lohan. A pesar de que Raven contaba con una base de admiradores, pronto se vio sometida a críticas sobre su peso, lo que la llevó a modificar su apariencia física. Este es un desafío al que también se han enfrentado otras actrices como Camila Cabello, Scarlett Johansson y Bryce Dallas Howard.