CD. FRONTERA, COAH.- Un obrero que laboraba dentro de Altos Hornos de México, fue asesinado por un vicioso malviviente de dos certeras puñaladas en un hogar de la colonia El Huizachal, lugar donde el ahora occiso ingería bebidas alcohólicas con otro compañero de trabajo, y hasta donde llegó el agresor para buscarles bronca.
El hoy occiso fue identificado como José Baltazar Ordaz González de 32 años de edad, quien se convirtió en el tercer hijo de la familia, asesinado en las mismas condiciones.
LOS HECHOSLos violentos hechos iniciaron la tarde de ayer minutos después de las 18:00 horas, cuando José Baltazar y Eduardo Campos, ambos trabajadores de constructora dentro de AHMSA, se reunieron en la casa ubicada en la esquina de la calle Palmillas con Huizachal, de la colonia con el mismo nombre.
Ellos llegaron al lugar para ingerir bebidas embriagantes con el propietario del domicilio, y justo cuando llevaban ya varias rondas en el patio trasero, por la cerca de la casa, brincó Miguel Ángel Rivera Rosales de 28 años, mejor conocido como “El Aña”, quien vive en la calle Cobreros, a tres cuadras del lugar, y con el cual José Baltazar tenía viejas rencillas, comenzando de inmediato a intercambiar golpes.
En la reyerta, Miguel Ángel fue sacado de la casa a golpes por José Baltazar, llegando hasta el porche del domicilio, donde fueron separados por Eduardo, sin embargo, esto fue aprovechado por el vicioso sujeto, quien sacó un cuchillo de entre sus ropas y con él le asestó dos certeras puñaladas en un costado, perforándole órganos vitales.
José Baltazar cayó al suelo herido de muerte, mientras que “El Aña” salió corriendo con rumbo a su domicilio, y por su parte, Eduardo trató de auxiliar a su amigo sin éxito, por lo que a gritos pidió ayuda, siendo entonces reportados los hechos a la Policía y a los cuerpos de socorro, tocando el turno a elementos de Bomberos Frontera, quienes acudieran al sitio a prestar ayuda, mientras que los policías se avocaron a buscar al agresor.
Desafortunadamente, los socorristas confirmaron lo evidente, que José Baltazar había fallecido desangrado, con lo que arreció la cacería del ahora asesino, sin embargo, aunque su hogar fue “reventado” por las autoridades, éste ya no fue localizado.
La noticia del asesinato corrió como reguero de pólvora entre la colonia, lugar donde “El Aña” es ampliamente conocido porque siempre ha estado metido en pleitos, no trabajaba y hurtaba lo que podía para saciar su vicio a las drogas fuertes, entre ellas el “Cristal”, sustancia de la cual se encontraba bajo su influjo, según aseguraron jóvenes que lo habían visto minutos antes.
Fue por esto que el área fue abarrotado por un centenar de vecinos quienes permanecieron en el sitio, desde que se supo la noticia, hasta que levantaron al occiso, a quien no conocían, ya que José Baltazar habitaba en la colonia Morelos y sólo había ido al lugar para convivir con sus amigos, pero todo apunta a que “El Aña” vio cuando éste se introdujo al domicilio y se brincó la barda para caerle por sorpresa y así dar fin a viejas rencillas.
Por su parte, al sitio acudió el padrastro del ahora occiso, quien con mucho dolor se lamentaba de la situación, “ahora qué le voy a decir a su madre…es el tercero que nos matan…a los tres de la misma manera” decía entre sollozos.
Finalmente, al sitio acudió el agente del Ministerio Público, así como Servicios Periciales quienes se encargaron de fijar la escena, tras lo cual el MP ordenó el levantamiento del cadáver a una funeraria local, lugar donde se le haría la necropsia de Ley, para finalmente entregar el cadáver a su familia para los funerales de rigor.
Hasta el cierre de la edición, continuaba la cacería de “El Aña”, un malviviente de barrio, que se convirtió en asesino.