Un estudio de calidad de la Procuraduría Federal del Consumidor a los aceites de cocina, dio a conocer aquellas marcas que no superaron dichas pruebas. Estas contenían adulteraciones y, por lo tanto, engañaban a sus consumidores.
El estudio fue realizado en 2019 y se analizaron marcas de aceite de cocina tanto del nicho gourmet como de uso común. Estos productos presentaban alteraciones en su composición, poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
Entre las marcas que se encontraron adulteradas destacan: San Lucas (aceite de pepita de uva), CATE de mi corazón (aceite de aguacate mediterráneo), Cate de mi corazón (aceite de aguacate), San Lucas (aceite de aguacate extra virgen gourmet), Kapodoro (aceite de ajonjolí blend).
El estudio encontró que el aceite de pepita de uva de San Lucas contenía un 20% de aceite de girasol, cuando se supone que debería ser 100% puro. El aceite de aguacate mediterráneo de CATE de mi corazón se encontró que contenía un 15% de aceite de soya, cuando se supone que debería ser 100% puro.
El estudio de calidad de la PROFECO dio a conocer que marcas de aceite de uso común que falseaban información en sus etiquetados. D'Artana, por ejemplo, aseguraba contener aceite de oliva, pero tras las pruebas realizadas se descubrió que solo contenía aceite de canola. En el caso de Navarra, su etiqueta anunciaba aceite de oliva, pero se comprobó que solo contenía aceite de soya.
Las irregularidades encontradas por la Profeco derivaron en el inicio de procedimientos legales por infracciones a la ley, resultando en sanciones para las marcas responsables. Esta acción busca proteger los derechos y la salud de los consumidores, así como garantizar la transparencia y la veracidad en la información proporcionada en los productos.
La Profeco también emitió recomendaciones para mantener en buen estado el aceite comestible. Se aconseja evitar exponerlo a la luz y al calor, ya que esto puede acelerar su enranciamiento y reducir su vida útil. Asimismo, se invita a los consumidores a verificar la información en las etiquetas y denunciar cualquier irregularidad o engaño que encuentren. (Lee el artículo completo aquí)