Anteriormente, el mandatario colombiano declaró que espera "que estos sucesos forjen el carácter" de su familiar.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró este sábado que lo sucedido con su hijo mayor, Nicolás Petro Burgos, imputado por la Fiscalía por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, es "terrible" y confió en que más adelante puedan reconciliarse de esta crisis que ha detonado el mayor escándalo de su gobierno.
"Lo sucedido con mi hijo es para mí terrible y muy lamentable. Ojalá algún día pueda hablar con él y perdonarnos", expresó el jefe de Estado en Twitter.
La relación entre padre e hijo no es de las mejores y el presidente ha sido muy criticado porque el pasado sábado, al enterarse del arresto de Nicolás, tomó distancia de él y publicó un tuit en el que afirmó que le duele "tanta autodestrucción" y, tras desearle suerte, señaló que espera "que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores".
Este sábado, en una entrevista con la revista Semana, Nicolás Petro confirmó que el pasado miércoles, en medio del mayor escándalo político del país en los últimos tiempos, no quiso recibir una visita de su padre en el búnker de la Fiscalía en Bogotá donde estaba detenido.
"Estuve un tiempo enviándole mensajes a través de otras personas para hablar con él y nunca obtuve respuesta", dijo Petro Burgos.