El Episcopado Mexicano llamó a priorizar el fortalecimiento de cada comunidad educativa
Saltillo, MÁS. – Tras el creciente debate por la integración de los nuevos libros de texto gratuitos, la comunidad Evangélica se mostró en contra de los contenidos incluidos en ellos, mientras que la Iglesia Católica hizo un llamado a la corresponsabilidad y a “considerar el bien posible que se puede hacer con los recursos disponibles”.
A través de un comunicado, la Alianza Ministerial Evangélica de Saltillo, señaló haber analizado el contenido de los nuevos libros de texto y manifestaron su total desacuerdo con los contenidos de estos.
Mencionaron que más allá de las deficiencias procedimentales y de las críticas a las deficiencias en la metodología y pedagogía, su postura es por los “conceptos doctrinarios que van totalmente en contra de la ciencia y la biología y que privilegian las ideologías de género” que “pretenden destruir la naturaleza del ser humano”.
En tanto, el Episcopado Mexicano llamó a priorizar el fortalecimiento de cada comunidad educativa, en beneficio de todos los niños, adolescentes y jóvenes.
Señaló que en cada comunidad educativa deben definirse las mejores condiciones posibles para educar íntegramente, con la máxima calidad y pertinencia, a los alumnos.
Así mismo, destacó la responsabilidad de los padres de familia en acompañar a sus hijos en aspectos esenciales como el respeto, la caridad, la capacidad de diálogo y el desarrollo de hábitos que posibilitan la educación escolar y la labor de los docentes.
Expresaron la cercanía, empatía y aliento para con los docentes y señalaron confiar en su entrega, su sentido común y su capacidad de centrarse en lo esencial para ser directrices.
La Alianza Ministerial Evangélica exhortó a las autoridades educativas estatales y nacionales a detener la distribución de contenidos hasta ser ajustados a lo que la ciencia establece. Además, hizo el llamado a padres de familia a “hacer sentir su rechazo, en forma pacífica, pero enérgica… ante las autoridades escolares” para “evitar que los niños sean contaminados con ideologías que van en contra de la naturaleza.”
Por el contrario, el Episcopado Mexicano reconoció el esfuerzo de la sociedad civil y los académicos, en su preocupación por la expedición de libros de texto.
Explicó que estos solo son auxiliares en la educación y no “sustituyen ni determinan lo que se construye en el acontecimiento educativo”.
“Frente a la confusión y el desconcierto, es necesaria la prudencia, la corresponsabilidad y el diálogo constructivo. Concentrarse en el bien posible que se puede hacer, con los recursos que se disponen, tiene que ser hoy una constante”, puntualizaron.