"El silencio de los inocentes" es indudablemente una obra maestra que ha dejado un impacto significativo en la historia del cine y la sociedad.
La icónica frase "Hola Clarice", pronunciada por Anthony Hopkins como Hannibal Lecter, sigue poniendo los vellos de punta incluso 32 años después de su estreno. El reconocimiento en los premios Oscar, con estatuillas para Jodie Foster y Anthony Hopkins, así como el premio a Mejor Película, es un testimonio de su calidad cinematográfica. Además, la máscara de Hannibal Lecter se ha convertido en un símbolo cultural, generando numerosas parodias y referencias en películas y series de televisión.
La película fue un éxito en taquilla, recaudando 272,7 millones de dólares en todo el mundo, lo que equivale a unos 524 millones de dólares ajustados por inflación. Se sitúa en el mismo nivel que clásicos como "Tiburón" y "El Exorcista".
El director Jonathan Demme demostró un dominio magistral del suspense a lo largo de la película, estableciendo pautas para el género que influirían en otras películas y directores. Además, el personaje de Clarice, interpretado por Jodie Foster, inspiró a otras heroínas en la industria del entretenimiento, como Scully de "Expediente X", encarnada por Gillian Anderson.
A lo largo de los años, "El silencio de los inocentes" sigue siendo recordada y admirada como un hito en el cine de suspense, con una narrativa cautivadora y actuaciones memorables.