Durante el último año la humanidad se ha visto amenazada por la presencia del virus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad COVID-19. Este virus ha infectado a más de 110 millones de personas en el planeta y ha causado la muerte de más de 2.5 millones de individuos. Para frenar esta pandemia es necesario entender cómo es que este virus ha infectado tan rápido y de manera tan devastadora a tantas personas.
Por lo anterior, un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Rehabilitación y de la Universidad Anáhuac México se han unido al esfuerzo mundial para mitigar la pandemia al darse a la tarea de comprender el posible efecto que tendría la infección por SARS-CoV-2 en la población que padece sobrepeso u obesidad. Las hipótesis generadas (revisión sistémica de la literatura) contribuyeron fuertemente a entender a nivel molecular cómo el estado inflamatorio sistémico de bajo grado que padecen los pacientes con obesidad y síndrome metabólico influye en el desenlace de COVID-19. Dichos resultados se difundieron a finales de 2020 en la revista Frontiers Immunology bajo el título de “NLRP3 Inflammasome: The Stormy Link Between Obesity and COVID-19”.
En dicho texto los autores resaltan que el complejo proteico del inflamasoma NLRP3, que se encuentra activo en los pacientes obesos, es sobre activado por el SARS-CoV-2 desencadenando la tormenta de citocinas inflamatorias característica de los pacientes de COVID-19 con mal pronóstico. Esta hipótesis ha sido estudiada y probada en pacientes de otros países a los que han administrado medicamentos que disminuyen la actividad del inflamasoma observando una mayor sobrevivencia, así como una fase clínica menos agresiva de la enfermedad.
Ante estas observaciones, el grupo de estudio liderado por el Dr. Alberto López Reyes se encuentra realizando un estudio multicéntrico en el que se busca identificar una huella genética que prediga el desenlace de los pacientes obesos infectados por SARS-CoV-2. En el proyecto de investigación titulado “Caracterización de una firma genómica de la vía del Factor Inducible de Hipoxia 1 alfa como biomarcador de desenlace en pacientes COVID-19”, se ha diseñado un chip con polimorfismos (variantes presentes en el genoma) para más de 40 genes en los que se encuentran los del complejo proteico del inflamasoma NLRP3. Mediante este chip genético buscan predecir en población mexicana el curso, severidad y desenlace de COVID-19.
Al día de hoy el estudio ha confirmado que, a diferencia de las mujeres, los hombres mueren más y presentan los cuadros más severos de COVID-19, coincidiendo con lo observado en otras partes del mundo. Sin embargo, la protección que brinda el género se potencia cuando las mujeres presentan una variante génica del receptor de la enzima convertidora de angiotensina. Estas observaciones preliminares son el precedente del diseño de un algoritmo que permitirá predecir el tipo de desenlace de los pacientes de COVID-19 y así poder actuar de manera oportuna en aquellos que se identifiquen como vulnerables desde el punto de vista genético.
En resumen, los hallazgos indican que la inflamación sistémica de bajo grado que genera la obesidad puede no ser el único factor que condiciona la gravedad y fatalidad de los pacientes, sino que existen otros factores como el genético que tienen un mayor protagonismo en el desenlace de COVID-19. Por lo tanto, el trío amoroso entre obesidad, genética y COVID-19 estaría condicionando un estado de toxicidad nocivo para los pacientes infectados por SARS-CoV-2.
***
El Dr. Alberto Gabriel López Reyes es investigador del Laboratorio de Gerociencias del Instituto Nacional de Rehabilitación “LGII” e investigador asociado de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Anáhuac México, además de Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel II. Por su parte la Dra. Gabriela Martínez Nava es investigadora del Laboratorio de Líquido Sinovial del Instituto Nacional de Rehabilitación “LGII” y profesora de dicha Facultad en la misma casa de Estudios, además de Miembro del SNI nivel I.
La Dra. Marlid Cruz Ramos, quien forma parte de la Catedrática de Conacyt, es investigadora del Instituto Nacional de Cancerología, profesora de la Anáhuac México y Miembro del SNI nivel Candidata. Asimismo, el Dr. Carlos Alejandro Martínez Armenta es investigador del Laboratorio de Gerociencias del Instituto Nacional de Rehabilitación “LGII”, así como profesor de dicha Institución.
Por su parte, la Dra. Rocío Espinosa es investigadora de la Facultad de Ciencias de la Salud y coordinadora de la Licenciatura en Nutrición en la Anáhuac. Mientras que el Dr. Silvestre Ortega Peña es investigador del Laboratorio de Gerociencias del Instituto Nacional de Rehabilitación “LGII” y la Dra. Laura Martínez Gómez investigadora posdoctoral de dicho Laboratorio.