Durante el primer año de la pandemia se estima que los trastornos de ansiedad y depresión aumentaron 25%, por tanto, los servicios de salud mental se han visto afectados gravemente y la brecha de atención se ha ampliado. Las últimas estimaciones de 2018 informaron una tasa de 3,71 psiquiatras por 100.000 habitantes y 0,96 paidopsiquiatras por 100.000 menores.
En este panorama, el pasado 4 de julio el gabinete de salud dio a conocer el Plan Sectorial de Salud Mental y Adicciones 2023-2024 con el que se pretende "contribuir a la promoción, prevención, atención y recuperación de las personas con problemas asociados a la salud mental y adicciones a través de la colaboración interinstitucional para mejorar el bienestar individual y social".
De acuerdo con las autoridades, es un planteamiento distinto al abordaje que se venía haciendo sobre el tema, pues se trata de un modelo de atención a la salud basado en la atención primaria, con el reto de integrar la atención de la salud mental y adicciones con carácter prioritario. El planteamiento teórico sobre el Modelo Mexicano de Salud Mental y Adicciones tiene como eje central el Modelo Mexicano de Salud Mental (MexSaMe).
La primera guía de este plan se concreta a través de la Estrategia Nacional para Reducir la Brecha de Atención en Salud Mental y Adicciones (ENLASAME), considerando el fortalecimiento del primero y segundo niveles de atención con un enfoque directo en la atención primaria a la salud. Otros puntos a tratar son la intersectorialidad, para incorporar sinergia con las otras dependencias públicas e incidir en los determinantes sociales de la salud mental, rectoría adecuada, planes educativos para generar recursos humanos no especializados y especializados, capacitación al personal no especializado, detección y diagnósticos tempranos, mejor información e investigación con un sistema de seguimiento de información y fortaleciendo la investigación clínica.
A nivel mundial los países dedican menos de 2% de su presupuesto en salud para la salud mental y de ese presupuesto, 70% se destina a los hospitales para atención de pacientes con condiciones psiquiátricas. A la par se enfrenta insuficiencia de recursos humanos especializados.
En México, también se encuentran retos comunes de la región de Las Américas, ya que los trastornos por consumo de sustancias y el suicidio causan 16% de todos los años de vida ajustados por discapacidad y 33,5% de todos los años vividos con discapacidad. Los trastornos por consumo de sustancias representan la mayor carga de todos los grupos de enfermedades en las personas de 10 a 45 años y apenas se asigna alrededor de 0,7% del producto interno bruto para la salud mental.
El Dr. Juan Manuel Quijada Gaytán, titular de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (CONASAMA), creada por el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de mayo del 2023, señaló que esta transformación ha implicado la unificación de la salud mental y las adicciones, cambios en la Ley General de Salud Mental y Adicciones y en la Ley General para el Control de Tabaco, además de la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones, el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio y la Modificación en la atención en el primer y segundo nivel de atención para que solo en los casos convenientes se utilicen los hospitales psiquiátricos, haciendo integral el servicio.