Especialista afirma que autoridades y comunidad no aseguran vida libre de abusos.
La organización social Tejiendo Redes Infancia de América Latina y el Caribe afirmó este martes que los niños, niñas y adolescentes no deberían tener que defenderse a sí mismos ni a sus seres queridos si las autoridades y la comunidad les aseguran una vida libre de violencia.
“Paradójicamente, hay que resaltar la fortaleza de esta niña de Saltillo para defenderse y al parecer, según la narrativa compartida en los medios, para defender a su madre. Estamos hablando de una niña fuerte que, sin embargo, no debería tener que defenderse. ”, afirmó Juan Martín Pérez, coordinador regional de la red.
La noche del lunes, una niña de ocho años hirió a su padrastro con un cuchillo en defensa de su madre, quien fue víctima de violencia. “Este es un extremo que afortunadamente no ocurre con frecuencia, pero las alertas y alarmas que hizo la niña, probablemente en los meses o semanas anteriores, no fueron atendidas. Principalmente por su familia inmediata, pero también por su familia extendida, tíos, tías. , abuelos, vecinos y lamentablemente por las propias autoridades”, lamentó.
El asesor legal afirma que con anterioridad al hecho los familiares o vecinos debieron detectar situaciones de violencia en el entorno de la niña. Aún se desconoce si las autoridades municipales o ministeriales tenían algún registro previo de situaciones de violencia familiar.
“Nos está hablando de un acto desesperado de esta niña, que también habla del código de la violencia, es decir, usar un arma y atacar a otra persona, siendo un código relacional dentro de su entorno”, advirtió.
Según la especialista, urge un plan individualizado para restituir los derechos de la niña, así como una reconfiguración de la dinámica familiar, lo que implicaría investigar si ha sido víctima de algún tipo de agresión directa o herida que requiera atención, y proporcionando una respuesta proporcional.
La noche del lunes, una niña de ocho años hirió a su padrastro con un cuchillo en defensa de su madre, quien fue víctima de violencia. “Este es un extremo que afortunadamente no ocurre con frecuencia, pero las alertas y alarmas que hizo la niña, probablemente en los meses o semanas anteriores, no fueron atendidas. Principalmente por su familia inmediata, pero también por su familia extendida, tíos, tías. , abuelos, vecinos y lamentablemente por las propias autoridades”, lamentó.
El asesor legal afirma que con anterioridad al hecho los familiares o vecinos debieron detectar situaciones de violencia en el entorno de la niña. Aún se desconoce si las autoridades municipales o ministeriales tenían algún registro previo de situaciones de violencia familiar.
“Nos está hablando de un acto desesperado de esta niña, que también habla del código de la violencia, es decir, usar un arma y atacar a otra persona, siendo un código relacional dentro de su entorno”, advirtió.
Según la especialista, urge un plan individualizado para restituir los derechos de la niña, así como una reconfiguración de la dinámica familiar, lo que implicaría investigar si ha sido víctima de algún tipo de agresión directa o herida que requiera atención, y proporcionando una respuesta proporcional.
“Todos los niños y niñas tienen derecho a una vida libre de violencia, y existe una corresponsabilidad familiar de responsabilidad parental por parte del padre, madre y familia extensa, pero fundamentalmente responsabilidad del Estado en la detección de estos hechos de violencia. en el tiempo", afirmó Juan Martín Pérez.
El coordinador de Tejiendo Redes Infancia enfatizó que recurrir a la legítima defensa refleja omisiones de las autoridades y la comunidad. “Hay mucha negligencia, mucha omisión que necesitamos identificar, no solo para sancionar a nadie, en este caso a las autoridades, sino para cambiar esos patrones y prevenir porque así como ella es víctima de violencia y se defendió, es posible que sus hermanos, primos u otros niños de ese entorno también estén presenciando violencia”, advirtió.
La coordinadora regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe resaltó que los niños deben saber que la violencia no es normal ni aceptable, y que cuando denuncien un acto violento, se les creerá sin cuestionamientos ni dudas, y se les protegerá y retirado de esas condiciones.
Cuando un menor experimenta violencia, estas son las conductas que puede presentar:
• Tienden a estar irritables, expresando su ira a través de gritos
• Comportamiento antisocial
• Tristeza
• Estrés emocional