Es verdad que en temporada de calor es complicado conciliar el sueño, especialistas revelan que el “umbral del sueño” adecuado para tener un sueño placentero y profundo es entre los 22 y los 24 grados. Cuando la temperatura corporal es mayor o menor a la enunciada anteriormente, es probable que no se logre tener una rutina del sueño que pueda considerarse reparadora.
En casos como el anteriormente mencionado, es normal recurrir a un ventilador o en su defecto al aire acondicionado, no obstante, este recurso puede resultar perjudicial para la salud sí es utilizado por tiempos prolongados y en la temperatura incorrecta.
- Irritación e inflamación de la garganta y las vías respiratorias
- Posibles problemas respiratorios, como el desarrollo de resfriados, faringitis, bronquitis e incluso neumonía
- El aire acondicionado, puede ocasionar la dispersión de bacterias, virus y otros patógenos
- Además, puede provocar dolores musculares y articulares
Para prevenir riesgos, se recomienda programar el aparato a no menos de 24 grados centígrados, evitar el flujo de aire directo y por último, programar solo las horas que se consideren adecuadas para el uso del aire acondicionado mientras se descansa.